[3] En la actualidad es difícil encontrar que ambos términos (arte y técnica) se confundan o utilicen como sinónimos.
En este cambio intervino considerablemente la progresiva mejora en la situación social del artista, debida al interés que los nobles y ricos prohombres italianos empezaron a mostrar por la belleza.
Ghiberti fue el primero en periodificar la historia del arte, distinguiendo antigüedad clásica, periodo medieval y lo que llamó “renacer de las artes”.
Para ellos, en la obra de arte se encuentran el interior del artista y su propio lenguaje natural.
Baudelaire tenía un concepto neoplatónico de belleza, que es la aspiración humana hacia un ideal superior, accesible a través del arte.
Para Taine, la estética, la “ciencia del arte”, opera como cualquier otra disciplina científica, basándose en parámetros racionales y empíricos.
Por su parte, Morris –fundador del movimiento Arts & Crafts– defendió un arte funcional, práctico, que satisfaga necesidades materiales y no solo espirituales.
[24] Igualmente, Carl Gustav Jung relacionó la psicología con diversas disciplinas como la filosofía, la sociología, la religión, la mitología, la literatura y el arte.
Todos estos factores producen la génesis del arte abstracto, el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su mundo interior, expresar sus sentimientos.
Frente a las propuestas del arte de vanguardia, los postmodernos no plantean nuevas ideas, ni éticas ni estéticas; tan solo reinterpretan la realidad que les envuelve, mediante la repetición de imágenes anteriores, que pierden así su sentido.
[41] Durante la Edad Media continuó la división del arte entre artes liberales y vulgares –llamadas estas últimas entonces “mecánicas”–, si bien hubo nuevos intentos de clasificación: Boecio dividió las artes en ars y artificium, clasificación similar a la de artes liberales y vulgares, pero en una acepción que casi excluía las formas manuales del campo del arte, dependiendo este tan solo de la mente.
Las “bellas artes” han tenido históricamente tal adjetivo debido a que representan la máxima expresión sentimental del ser humano desde épocas remotas.
[46] Pese a todo, estos intentos de clasificación resultaron un tanto baldíos y, cuando parecía que por fin se había llegado a una definición del arte universalmente aceptable, después de tantos siglos de evolución, los cambios sociales, culturales y tecnológicos producidos durante los siglos XIX y XX han comportado un nuevo intento de definir el arte con base en parámetros más abiertos y omnicomprensivos, intentando abarcar tanto una definición teórica del arte como una catalogación práctica que incluyese las nuevas formas artísticas que han ido surgiendo en los últimos tiempos (fotografía, cine, cómic, nuevas tecnologías, etc.).
Estos intentos, un tanto infructuosos, han producido en cierta forma el efecto contrario, acentuando aún más la indefinición del arte, que hoy día es un concepto abierto e interpretable, donde caben muchas fórmulas y concepciones, si bien se suele aceptar un mínimo denominador común basado en cualidades estéticas y expresivas, así como un componente de creatividad.
Al final del siglo XX, la siguiente lista establece las nuevas clasificaciones, al igual que el número de musas antiguas: Ciertos críticos e historiadores consideran otras artes en la lista, como la gastronomía, la perfumería, la televisión, la moda, la publicidad, la animación y los videojuegos.
Según Focillon, un estilo es «un conjunto coherente de formas unidas por una conveniencia recíproca, sumisas a una lógica interna que las organiza».
Así, los estilos están sujetos a una dinámica evolutiva que suele ser cíclica, recurrente, perceptible en mayor o menor grado en cada periodo histórico.
Entonces, la pintura de género pasó a ser la que no trataba las principales cuatro clases reconocidas: historia, retrato, paisaje y marina.
Por último, al eliminar cualquier jerarquía en la representación artística, actualmente se considera pintura de género cualquier obra que represente escenas de la vida cotidiana, temas anecdóticos, al tiempo que aún se habla de géneros artísticos para designar los diversos temas que han sido recurrentes en la Historia del arte (paisaje, retrato, desnudo, bodegón), haciendo así una síntesis entre los diversos conceptos anteriores.
La principal técnica para trabajarlo es el soplado, donde se le puede dar cualquier forma y espesor.
[71] Es el arte de confeccionar objetos decorativos con metales nobles o piedras preciosas, como el oro, plata, diamante, perla, ámbar, coral, etc. Se hace con hierro (limonita, pirita o magnetita), reduciéndolo con calor, saliendo una pasta al rojo con la que se hacen lingotes.
Varias herramientas informáticas como Midjourney, Stable Diffusion o Dall-e permiten generar imágenes que podrían considerarse arte.
Según Arnold Hauser, las «obras de arte son provocaciones con las cuales polemizamos», pero que no nos explicamos.
Sin embargo, la sociología del arte se desarrolló como disciplina particular durante el siglo XX, con su propia metodología y sus objetos de estudio determinados.
Otros autores destacados de esta disciplina son Pierre Francastel, Herbert Read, Francis Haskell, Michael Baxandall, Peter Burke, Giulio Carlo Argan, etc.[79] La psicología del arte es la ciencia que estudia los fenómenos de la creación y la apreciación artística desde una perspectiva psicológica.
Como nombres, se podría citar a Charles Baudelaire, John Ruskin, Oscar Wilde, Émile Zola, Joris-Karl Huysmans, Guillaume Apollinaire, Wilhelm Worringer, Clement Greenberg, Michel Tapié, etc.; en el mundo hispanohablante, destacan Eugeni d'Ors, Aureliano de Beruete, Jorge Romero Brest, Juan Antonio Gaya Nuño, Alexandre Cirici, Juan Eduardo Cirlot, Enrique Lafuente Ferrari, Rafael Santos Torroella, Francisco Calvo Serraller, José Corredor Matheos, Irma Arestizábal, Ticio Escobar, Raúl Zamudio, etc.[85] La historiografía del arte es la ciencia que analiza el estudio de la Historia del arte, desde un punto de vista metodológico, es decir, de la forma cómo el historiador afronta el estudio del arte, las herramientas y disciplinas que le pueden ser de utilidad para este estudio.
El mundo del arte siempre ha llevado en paralelo un componente de autorreflexión, desde antiguo los artistas, u otras personas a su alrededor, han plasmado por escrito diversas reflexiones sobre su actividad.
[88] Durante el siglo XIX, la nueva disciplina buscó una formulación más práctica y rigurosa, sobre todo desde la aparición del positivismo.
[90] Ya en el siglo XX, la historiografía del arte ha continuado dividida en múltiples tendencias, desde autores aún enmarcados en el formalismo (Roger Fry, Henri Focillon), pasando por las escuelas sociológica (Friedrich Antal, Arnold Hauser, Pierre Francastel, Giulio Carlo Argan) o psicológica (Rudolf Arnheim, Max Wertheimer, Wolfgang Köhler), hasta perspectivas individuales y sintetizadoras como las de Adolf Goldschmidt o Adolfo Venturi.
Los principales teóricos de este movimiento fueron Aby Warburg, Erwin Panofsky, Ernst Gombrich, Rudolf Wittkower y Fritz Saxl.