Esta transición se inició hacia finales del siglo XVIII en la industria textil, así como en lo relacionado con la extracción y utilización de carbón.
[8] Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas sobre las fechas de los grandes cambios provocados por la Revolución Industrial.
[10] En cambio, el historiador económico inglés Thomas Southcliffe Ashton declaraba por su parte que la Revolución Industrial tuvo sus inicios entre 1760 y 1830.
Asimismo, es cuestionado el mote de «industrial», ya que el proceso englobó también cambios agrarios, sociales, energéticos, y demográficos.
A partir del siglo XVI se vislumbra un avance en el comercio, métodos financieros, banca y un cierto progreso técnico en la navegación, impresión o relojería.
[18] Aunque en algunos lugares de Europa como Gran Bretaña ya existía una base industrial, las Guerras Napoleónicas consolidaron la industria europea.
[21][22][23][nota 1] Como factores ideológicos, políticos y sociales, la sociedad inglesa poseía una tendencia hacia un menor absolutismo e instituciones más inclusivas.
[29] Algunos autores también mencionan los enclosures (cercamientos) como un factor que contribuyó a la industrialización, como una incipiente «privatización» de los recursos.
El lino era utilizado para dotar de más resistencia al tejido, cuyo material principal, el algodón, no tenía una resistencia suficiente, aunque esta mezcla resultante no era tan suave como los tejidos 100% algodón y era más difícil de coser.
Bajo el sistema putting-out los trabajadores, antes de fabricar su producto, pactaban contratos con comerciantes y vendedores, quienes les suministraban a menudo las materias primas necesarias.
Utilizando la máquina de hilar o rueca, en cualquier momento entre cuatro y ocho hilanderas podían echar una mano al tejedor.
Paul y Wyatt abrieron una fábrica en Birmingham que utilizaba una nueva máquina de laminado impulsada por un burro.
La invención de Lewis fue posteriormente mejorada por Richard Arkwright con su Water frame (1769) y por Samuel Crompton con su Spinning mule (1779).
La Revolución Industrial generó también un ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva división internacional del trabajo (DIT).
En 1850 apenas existía la fábrica moderna en Europa continental, solo en Bélgica hay un proceso de revolución seguido al del Reino Unido.
En la segunda mitad del siglo XIX, se fortalece en Turingia y Sajonia la industrialización de Alemania.
Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía: Italia, Imperio austrohúngaro, España o Rusia.
[nota 2] En un libro publicado en 1797, Carz aseguraba haber sido el primero que pensó en sustituir la madera por hierro.
El gobierno francés, que veía el potencial del aparato, ordenó un estudio para un plan nacional de los ferrocarriles.
[nota 4] En 1851 realizó su primer viaje el segundo ferrocarril español que cubría la línea Madrid-Aranjuez, cuya concesión había sido otorgada en 1844 con prolongación hasta Cádiz.
[66] En Francia por fin se realizó un esfuerzo serio a partir del Segundo Imperio y en los albores de la Tercera República.
En cambio la mayor parte de Italia, la península ibérica y los países del este quedaban fuera.
Usó como mano de obra a los soldados desmovilizados, inmigrantes irlandeses y hasta chinos en California.
En Siberia las dificultades eran mayúsculas: hielo, infiltraciones de agua, ríos inmensos, débil densidad humana, distancias enormes, sin olvidar el irregular relieve.
[66] Así pues, el ferrocarril no solo sirvió para revolucionar el mundo del transporte tanto material como humano sino que fue empleado como un excelente instrumento de unión.
No ocurrió igual en Francia o en Gran Bretaña, donde se encontraban mayoritariamente en manos privadas, aunque en Inglaterra prestaron un servicio inigualable, encumbrando al naciente Imperio británico a la hegemonía mundial.
En Alemania gracias a sus grandes ríos como el Rín y el Elba, la navegación se vio muy favorecida, así como el comercio que vivió un gran desarrollo.
Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como: A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy conocemos como Revolución Industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron: La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no solo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales.
Su base técnico-científica es revolucionaria, generando así el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves.
Parece ser que este desequilibrio en los procesos de industrialización, siempre socialmente muy inestables, es en la práctica inevitable, pero mensurable para poder construir modelos mejorados.