El sextante es un instrumento que permite medir la separación angular entre dos objetos, tales como dos puntos de una costa o un astro, generalmente el Sol, y el horizonte.
Esta determinación se efectúa con bastante precisión mediante cálculos matemáticos sencillos a partir de las lecturas obtenidas con el sextante.
Este instrumento, que reemplazó al astrolabio por tener mayor precisión, ha sido durante varios siglos de gran importancia en la navegación marítima y también en la navegación aérea, hasta que, en los últimos decenios del siglo XX, se han impuesto sistemas más modernos como la determinación de la posición mediante satélites.
El octante, y el sextante más tarde, sustituyeron al cuadrante de Davis como el principal instrumento para la navegación.
Acto seguido se busca el astro a través de la mira telescópica, desplazando el espejo móvil hasta encontrarlo.
Ambos tipos pueden dar buenos resultados, y la elección entre ellos es personal: 1) Los sextantes tradicionales tienen un espejo semihorizonte, que divide el campo de visión en dos.
La ventaja de este tipo es que tanto el horizonte como el objeto celeste se ven tan brillantes y claros como es posible.
Esto es una ventaja durante la noche o con bruma, cuando el horizonte puede ser difícil de ver.
Esto hace que sea fácil apreciar cuándo el extremo inferior de un objeto celeste toca el horizonte.
En ambos tipos, los grandes espejos dan un mayor campo de visión, y así resulta más fácil encontrar un objeto celeste.
Los sextantes para uso tropical a menudo son pintados de color blanco para reflejar la luz solar, evitando en lo posible que se calienten.
Algunos sextantes científicos se han construido en cuarzo o cerámica, con una expansión térmica todavía más baja.
La mayoría tenían horizontes artificiales que permitían tomar visuales a través de una ventana superior en color.
La reducción a simple vista consiste en dibujar el círculo de igual elevación del objeto celeste observado en una carta náutica.
Suspendiendo el sextante sobre el eje del telescopio se asegura que la lectura está siendo tomada con el instrumento en posición vertical.
Este método es menos probable que tenga éxito en la observación de estrellas y planetas.
No hay necesidad de utilizar filtros para distinguir la extremidad inferior del astro observado, puesto que el cuerpo aparece como un simple punto en el telescopio.
[2] Los sextantes se pueden utilizar también para medir otros ángulos visibles con mucha precisión, por ejemplo, entre un cuerpo celeste y otro; o entre puntos de referencia en tierra.
Muchos navegantes se niegan a compartir sus sextantes, para asegurar que pueden controlar su integridad.
Debido a la sensibilidad del instrumento, es fácil que algún golpe deje los espejos fuera de ajuste.
Por esta razón, un sextante debe revisarse con frecuencia para detectar posibles errores y adaptarse en consecuencia.