Su familia pertenecía a la pequeña nobleza rural, perteneciendo su madre a la Orden Tercera de San Francisco, orden en la que él acabaría ingresando en 1872, después de haber sido obispo y cardenal.
En 1843 fue consagrado arzobispo titular de Damietta (o Tamiati) y destinado como nuncio en Bruselas, donde permaneció hasta 1846.
La postura moderada que mantuvo en estos temas el cardenal Pecci lo convirtió en un candidato idóneo para suavizar las tensiones, razón que probablemente influyó en la decisión del Colegio Cardenalicio de elegirlo papa al morir Pío IX en 1878.
2] Su largo pontificado significó un acercamiento de la Iglesia a las realidades del mundo moderno.
Frente al creciente problema obrero, en 1891 dio a conocer la encíclica Rerum novarum (Acerca de las nuevas cosas).
En 1885, España, Alemania y Reino Unido recurrieron a él como mediador en la disputa sobre la posesión de las islas Carolinas, en el Pacífico, siendo España quien las consiguiera; aunque a contrapartida, Alemania tomó las islas Marshall.
Reforzó los lazos con la Iglesia estadounidense, fomentando la expansión del catolicismo en Estados Unidos.
Tuvo especial interés en promover el rezo del Santo Rosario, al cual dedicó diversas encíclicas.
Vivió hasta la edad de 93 años, lo que lo convierte en el tercer papa con más larga vida.[n.