El Reino de Prusia (en alemán, Königreich Preußen) fue un Estado europeo que existió desde 1701 hasta 1918, gobernado durante toda su existencia por la rama franconiana de la dinastía Hohenzollern, originalmente estaba centrado en Brandeburgo-Prusia, no obstante y gracias sobre todo a su poderío militar, logró expandirse territorialmente.
La provincia, que posteriormente recibió el nombre de «Prusia Oriental», era hasta esa época el único territorio llamado propiamente Prusia, ya que su nombre derivaba de sus originarios habitantes prusianos bálticos, no alemanes, quienes fueron asimilados tras las Cruzadas Bálticas y la Drang nach Osten.
La guerra de los Treinta Años fue un desastre para Brandeburgo, que fue ocupada sucesivamente por los bandos en conflicto, arrasada y saqueada.
Las dos principales dinastías en conflicto, los Borbones en Francia y los Habsburgo en Austria, tenían planes similares aunque opuestos para el Electorado de Federico Guillermo.
Por este período, un consejero del elector Federico Guillermo consideró en un informe que Polonia estaba buscando la oportunidad para arrebatarle Prusia.
Brandeburgo-Prusia pudo así controlar toda la Pomerania, pero a pesar de su creciente importancia militar, seguía siendo una potencia menor en la política internacional, y le fueron arrebatadas todas sus ganancias territoriales en esta guerra en el Tratado de Oliva, principalmente por presión francesa, que ahora velaba por Suecia.
Humillada por la cesión de Silesia, Austria buscó una alianza segura con Francia y Rusia, mientras que Prusia intentaba aproximarse a Gran Bretaña ("Revolución Diplomática").
Esta guerra fue una lucha desesperada para los prusianos, y la forma como la llevaron causó en Europa un gran respeto por las habilidades del ejército de Federico.
La ascensión al trono ruso del simpatizante de la causa prusiana Pedro III alivió la presión en el frente oriental.
Este resultado confirmó el papel principal de Prusia en los Estados alemanes y lo consolidó como una gran potencia europea.
A raíz de estas nuevas adquisiciones prusianas, el reino se reorganizó en diez provincias.
En 1818 el gobierno prusiano suprimió los 67 distritos de aduaneros con que contaba y eliminó las aduanas interiores.
La unión aduanera fue un impulso a la industrialización alemana, en especial de Prusia y en lo político preparó las bases para la unificación.
Sin embargo, la democracia y la unidad alemana fracasaron en abril de 1849, cuando Federico Guillermo IV rechazó la corona imperial que le había propuesto la Asamblea Nacional.
No obstante, por presiones internacionales, Prusia fue forzada a consentir que Dinamarca se quedase con ambos ducados.
Los territorios disputados de Schleswig y Holstein pasaron a estar bajo pleno dominio prusiano.
Su territorio estaba comprendido por las partes de la Confederación Germánica que se encontraban al norte del Meno.
Mediante la activación de las alianzas alemanas pactadas tras la guerra austro-prusiana, los Estados Germanos se unieron y derrotaron rápidamente a Francia.
Pero la dinastía sigue existiendo, y el príncipe imperial Jorge Federico de Prusia (n. 1976) es heredero legítimo al trono.
La cámara alta, que más tarde se rebautizaría como Preußisches Herrenhaus ("Casa de los Señores"), la elegía el rey.
La resistencia fue tan fuerte que en 1615, Juan Segismundo retrocedió y renunció a todos los intentos de conversión forzosa.
Pasó el tiempo y los reformados franceses se asimilaron a la comunidad protestante más amplia de Prusia.
Durante fines del siglo XIX la Kulturkampf, tomo medidas contra los católicos prusianos a los que se les prohibió cumplir con funciones oficiales para el estado y fueron legalmente combatidos.
[10] El Ejército de Prusia (en alemán: Königlich Preußische Armee) fue vital para que Brandeburgo-Prusia se convirtiera en una potencia europea.
Con su sucesor, Federico Guillermo II el único avance fue que se rompieron algunas de las barreras proteccionistas y prohibiciones.
Bajo este templado proteccionismo, la economía experimentó, en el curso de un buen estímulo externo, un repunte significativo.
No obstante en el año 1800 la mayoría de las personas que trabajan en Prusia se dedicaban a la agricultura.
El desastre de la ocupación napoleónica en 1807 llevó a Prusia, económicamente, al borde del colapso.
Una vez que cayeron todas las barreras nacionales en Prusia, se fundó la unión aduanera alemana (Zollverein) en 1834 por iniciativa prusiana.
Esta medida estimuló el comercio interior alemán y contribuyó al crecimiento económico de las décadas siguientes.