Energía eléctrica

El ejemplo más relevante y habitual de esta manifestación son las tormentas eléctricas.

La electricidad tampoco tiene una utilidad biológica directa para el ser humano, salvo en aplicaciones muy singulares, como pudiera ser el uso de corrientes en medicina (terapia electroconvulsiva), resultando en cambio normalmente desagradable e incluso peligrosa, según las circunstancias.

La generación de energía eléctrica se lleva a cabo mediante técnicas muy diferentes.

La generación de energía eléctrica es una actividad humana básica, dado que está directamente relacionada con los requerimientos actuales del hombre.

Durante la historia de la humanidad ha habido varios apagones eléctricos en el mundo, por varias causas, ya sean fallas humanas, por desperfectos en los equipos electrónicos, por sobrecarga, por corto circuito o por inclemencias del tiempo, pero también se han realizado algunos apagones intencionales, en el año 2007 y 2009, en protesta al cambio climático.

RFI, EMI y otros problemas de frecuencia pueden causar errores o pérdida de datos almacenados, interferencia en las comunicaciones, bloqueos del teclado y del sistema.

SI estos fallos son repetidos pueden ocasionar perdidas dinerarias muy altas en empresas e industrias.

Equivale a la energía consumida por un aparato eléctrico cuya potencia fuese un kilovatio (kW) y estuviese funcionando durante una hora.

Dentro de este tipo de riesgo se incluyen los siguientes:[2]​ La corriente eléctrica puede causar efectos inmediatos como quemaduras, calambres o fibrilación, y efectos tardíos como trastornos mentales.

Instalación de energía solar fotovoltaica sobre el tejado de una vivienda, para la producción de energía eléctrica.
Líneas de transmisión de energía eléctrica.
Contador doméstico de electricidad.
El refrigerador es el electrodoméstico de los hogares que consume más electricidad, por lo cual se debe hacer un uso racional del mismo para conseguir un buen ahorro.
Señal de peligro eléctrico.