[2] Este artilugio fue desarrollado por Eli Whitney en 1793[3] y permitía la separación del algodón a gran velocidad y de manera económica, ya que realizaba mecánicamente el trabajo manual equivalente de diez personas.
Era necesario un rodillo único y estrecho para expulsar las semillas del algodón sin aplastarlas.
[7] La desmotadora de tornillo sin fin, que se inventó en el subcontinente indio durante la primera época del sultanato de Delhi, entre los siglos XIII y XIV, empezó a utilizarse en el imperio mogol en algún momento del siglo XVI,[8] y sigue utilizándose en el subcontinente indio hasta nuestros días.
[10] Se informó que, con una desmotadora de algodón india, que es mitad máquina y mitad herramienta, un hombre y una mujer podían limpiar 28 libras de algodón por día.
Con una versión modificada de Forbes, un hombre y un niño podían producir 250 libras por día.
Si se utilizaran bueyes para accionar 16 de estas máquinas, y se empleara el trabajo de algunas personas para alimentarlas, podrían producir tanto trabajo como el que realizaban 750 personas anteriormente.
El dispositivo se adoptó para limpiar el algodón de fibra larga, pero no era adecuado para el algodón de fibra corta que era más común en ciertos estados como Georgia, Estados Unidos.
Existe cierta controversia sobre si es correcto atribuir a Whitney la idea de la desmotadora y sus elementos constituyentes.
Algunos consideran que la invención, o al menos el concepto original, debe acreditarse a Catherine Littlefield Greene, su patrona.
Según Joseph Needham, en la India se presentó un precursor de la desmotadora conocido como charkhi, que contaba con dos tornillos sin fin alargados usados para girar sus rodillos en direcciones opuestas.
La vibración causada por el movimiento de vaivén limitaba la velocidad a la que podía funcionar la desmotadora.
[18] Con la desmotadora de Eli Whitney, el algodón se convirtió en un negocio tremendamente rentable, creando muchas fortunas en el sur.
Ciudades como Nueva Orleans, Luisiana; Mobile, Alabama; Charleston (Carolina del Sur); y Galveston, Texas se convirtieron en importantes puertos de embarque, obteniendo importantes beneficios económicos del algodón cultivado en todo el Sur.
[25][26][27] Las desmotadoras pequeñas eran operadas a mano, mientras las mayores eran movidas por caballos o por molinos de agua.
A continuación, el algodón entra en un secador que elimina el exceso de humedad.
Las materias extrañas más finas, como la tierra y las hojas, pasan a través de varillas o cribas para su eliminación.
La máquina de palos utiliza la fuerza centrífuga para eliminar las materias extrañas más grandes, como palos y rebabas, mientras el algodón es sujetado por cilindros de sierra que giran rápidamente.