El estaño es un elemento químico de símbolo Sn (del latín stannum) y número atómico 50.
Una de sus características más llamativas es que, bajo determinadas condiciones térmicas, sufre la peste del estaño.
El estaño es un metal maleable, blando, dúctil y de color blanco plateado muy cristalino.
[3][4] El β-estaño (la forma metálica, o estaño blanco, estructura BCT), que es estable a la temperatura ambiente y por encima de ella, es maleable.
En cambio, el α-estaño (forma no metálica, o estaño gris), que es estable por debajo de 13,2 grados Celsius (55,8 °F), es frágil.
Los elementos de aleación como el cobre, el antimonio, el bismuto, el cadmio y la plata aumentan su dureza.
El estaño tiende a formar con bastante facilidad fases intermetálicas duras y quebradizas, que suelen ser indeseables.
Sin embargo, se dan sistemas simples de eutéctico con bismuto, galio, plomo, talio y zinc.
El estaño puede ser muy pulido y se utiliza como capa protectora para otros metales.
[13] El estaño actúa como catalizador cuando el oxígeno está en solución y ayuda a acelerar la reacción química.
El estaño también se presenta en 31 isótopos inestables, que abarcan todas las masas atómicas restantes de 99 a 139.
[15] Se han caracterizado otros 30 isómeros metaestables para isótopos entre 111 y 131, siendo el más estable el 121mSn con una vida media de 43,9 años.
[19] Esta fue una innovación importante que permitió las formas mucho más complejas fundidas en moldes cerrados de la Edad del Bronce.
Los depósitos aluviales pueden haber sido recogidos y separados incidentalmente por métodos similares al bateo de oro.
[22][23][24] Las aleaciones con base de estaño, también conocidas como metales blancos, generalmente contienen cobre, antimonio y plomo.
El peltre es una aleación de estaño, plomo y antimonio utilizada para utensilios decorativos.
[29][30] Tanto el estaño metálico como sus compuestos orgánicos e inorgánicos, ya sean formados de manera natural o en sus usos industriales, puede producir efectos tóxicos sobre el medio ambiente y los seres vivos expuestos a ellos.
Cuando se combina con el carbono puede formar compuestos orgánicos tales como dibutilestaño, tributilo de estaño y el trifenilestaño.