Fue un pintor famoso en vida, aunque tras su muerte cayó en el olvido hasta el siglo XX, cuando su obra fue redescubierta por varios investigadores, en especial el historiador del arte Hermann Voss.
No se sabe si permaneció en su tierra natal toda su vida, conociendo la obra de los tenebristas italianos y holandeses por la circulación de artistas y de obras, o bien si viajó a Italia y los Países Bajos, pues estos viajes no constan claramente documentados.
En 1620 se instaló en Lunéville, capital de la región, y acogió un aprendiz, Claude Baccarat.
A partir de 1630 empezaron las penurias: la región de Lorena estaba en disputa entre Francia y Austria, por lo que los ejércitos franceses e imperiales la recorrieron y devastaron varias veces.
De sus diez hijos solo le sobrevivieron tres: Étienne, Claude y Chrétienne.
Fue recuperado entre finales del siglo XIX y principios del XX por los estudios de varios investigadores: Alexandre Joly, Luc-Olivier Merson, Hermann Voss y Pierre Landry.
En 1948, una tesis doctoral dedicada al artista, de François-Georges Pariset, recogía ya varias decenas de cuadros, mientras que en la primera exposición retrospectiva dedicada al pintor, celebrada en París en 1972, se consignaban 31 originales.
Hoy en día se le adjudican unas 70 obras, además de varias atribuciones no comprobadas.
El resto del cuadro queda en la oscuridad, sin que aparezcan paisajes o arquitecturas.
Se le atribuían unas 80 composiciones, aunque los catálogos más exigentes las reducen a la mitad y consideran las restantes como copias.