Este movimiento artístico tuvo expresiones en Estados Unidos, Europa y Japón.
Asimismo Filliou opone el Fluxus al arte conceptual por su referencia directa, inmediata y urgente a la realidad cotidiana, e invierte la propuesta de Duchamp, quien a partir del Ready-made, introdujo lo cotidiano en el arte.
Los conciertos Fluxus no son placeres auditivos de alta fidelidad y sintonía fina.
Esta evolución artística, incitada por el presente y dirigida hacia el futuro, creó la noción de que cada individuo constituye una obra de arte en sí mismo y que la vida se puede entender como una composición artística global.
Los atributos singulares de los conciertos Fluxus y la libertad en los arreglos son un reconocimiento a la causalidad, en la que se desvanecen tanto la causa como el efecto y en la que el caos acuña su marca indeleble sobre la realidad.
El aura de excentricidad que envolvía a los artistas del movimiento Fluxus era expresión íntima de sus diferentes personalidades y caracteres y no respondía a una moda pasajera.
En 1969 Helmut Rywelski y Angar Nierhoff presentaron en su Galería Art Intermedia en Colonia la escultura de Wolf Vostell Ruhender Verkehr (Tráfico Parado).
Al igual que el Dada anterior, Fluxus incluía una fuerte corriente de anticomercialismo y una sensibilidad antiarte, despreciando el mundo del arte convencional impulsado por el mercado en favor de una práctica creativa centrada en el artista.
[9] Entre sus primeros asociados se encontraban Joseph Beuys, Dick Higgins, Davi Det Hompson, Nam June Paik, Wolf Vostell, La Monte Young, Joseph Byrd, Al Hansen y Yoko Ono, que exploraron medios que iban desde el arte de la performance hasta la poesía, pasando por la música experimental y el cine.
En cuanto al enfoque artístico, los artistas Fluxus preferían trabajar con cualquier material que tuvieran a mano, y creaban sus propias obras o colaboraban en el proceso de creación con sus colegas.
Las cajas Fluxus (a veces llamadas Fluxkits o Fluxboxes) se originaron con George Maciunas, que reunía colecciones de tarjetas impresas, juegos e ideas, organizándolas en pequeñas cajas de plástico o madera.
Aunque se habla mucho del enfoque de "hazlo tú mismo" en el arte, es vital reconocer que esta idea surge en la música, y artistas Fluxus tan importantes como Paik, Higgins o Corner comenzaron como compositores, llevando al arte la idea de que cada persona puede crear la obra "haciéndola".
[20] Un predecesor inmediato de Fluxus, según Maciunas, fue el grupo Gutai, que promovía el arte como una experiencia antiacadémica y psicofísica, un "arte de la materia tal y como es", como explicó Shiraga Kazuo en 1956.
Sin embargo, también se consideró que había una necesidad general de una sensibilidad artística más radical.
Se dice que Fluxus desafió las nociones de representación, ofreciendo en su lugar una simple presentación.
Esto, de hecho, corresponde a una importante diferencia entre el arte occidental y el japonés.
Esto también enlaza con el arte japonés y el concepto de shibumi, que puede implicar lo incompleto, y apoya la apreciación de los objetos desnudos, haciendo hincapié en la sutileza más que en la exageración.
El renombrado estudioso de la estética japonesa Onishi Yoshinori llamó a la esencia del arte japonés pantonomía por la conciencia de no distinción entre naturaleza, arte y vida.