Pierre-Joseph Proudhon

[1]​ Esta conducta paterna influirá a Pierre-Joseph, en cuya obra se evidenciará esta búsqueda del justo precio como estricta remuneración del trabajo, considerando toda «ganancia» como «ingreso no ganado».

En 1838 tuvo que cerrar la imprenta por sus dificultades económicas y el suicidio de su socio.

[4]​ Pero su tercera obra, ¿Qué es la propiedad?, aparecida en 1840, lo hizo repentinamente famoso en París, en Francia y en el mundo.

Estas apreciaciones, sin embargo, chocan con lo que el propio Marx reconocía años antes a Proudhon en su obra La sagrada familia, donde había escrito: (...)

Él mismo escribe en sus Carnets: «Estos diputados se asombran de que yo no tenga cuernos y garras».

Huye a Bélgica, donde vive en el anonimato durante un tiempo, ganándose la vida como profesor particular de matemáticas.

En una ocasión, al regresar por motivos privados a Francia, es descubierto, y encerrado en la famosa prisión de Santa Pelagia.

Allí se dedica con apasionado fervor al estudio y escribe, entre otros libros, La idea general de la revolución.

Mantiene también una nutrida y clandestina correspondencia con muchas figuras de la oposición, y propicia una alianza del proletariado con la clase media para derrocar a Luis Napoleón, actitud que le será reprochada por algunos socialistas, los cuales recordaban que pocos años antes Proudhon había contrapuesto de un modo tajante el proletariado y la burguesía.

En 1858 escribe, contra el católico Mirecourt, una de sus más extensas e importantes obras histórico-filosóficas: Sobre la Justicia en la Revolución y en la Iglesia, la cual le vale una nueva condena, por su ataque contra la religión del Estado, y un nuevo exilio en Bélgica.

Una amnistía le permite retornar a su país, donde en 1863 publica otra de sus obras fundamentales: El Principio federativo.

Los empiristas ingleses (Locke, David Hume, etc.) y los enciclopedistas franceses, como Voltaire, Helvetius, y particularmente Diderot, son con frecuencia el presupuesto tácito o explícito de sus desarrollos doctrinales.

También influyen sobre Proudhon las agudas críticas de los socialistas utópicos, como Saint-Simon y Fourier, aunque nadie más renuente que él a las construcciones ideales y al trazado de brillantes cuadros futurísticos.

Sin embargo, hacia 1840, el conflicto de clases se había extendido, con una élite enriquecida junto a un pueblo que seguía en la pobreza.

El hombre y la mujer se necesitan mutuamente como los dos principios constitutivos del trabajo: el matrimonio, en su dualidad indisoluble, es la encarnación del dualismo económico que se expresa con los términos generales, consumo y producción.

Si sólo existiesen mujeres en el mundo, vivirían reunidas como una compañía de tórtolas; si no hubiese más que hombres, no tendrían motivo alguno para elevarse sobre el monopolio y renunciar al agiotaje; se los vería a todos, amos o criados, rodeando la mesa de juego o encorvados bajo el yugo del trabajo.

Que los dos sexos se unan, y al instante, de esta unión mística, la más asombrosa de todas las instituciones humanas, nace la propiedad y la división del patrimonio común en soberanías individuales.

Amor y matrimonio, trabajo y hogar, propiedad y domesticidad: todos estos términos son equivalentes.Su posición generó numerosas reacciones en defensa de los derechos de las mujeres incluso desde las propias filas del anarquismo, como en el caso de Joseph Déjacque o André Léo, respondiendo a las tesis de Proudhon, demostraron hasta qué punto los ámbitos políticos y privados estaban indisociablemente ligados y afirmaron que no se puede uno considerar anarquista si no es feminista señala Caoline Ganier en Le Monde Libertaire y explica cómo en una carta dirigida a Proudhon en mayo de 1857, Déjacque demuestra cómo Proudhon, al negar los derechos de las mujeres, se muestra "igual que sus amos".

Marx, que rompió con cuantos lo precedieron, quiso atacar, en cierto momento, al alemán Grün, representante del llamado "verdadero socialismo", y quiso arrastrar consigo a Proudhon, el cual, lo mismo que Bakunin, no se prestó a ello.

He aquí lo que en tal ocasión escribe el "padre del socialismo francés" al "padre del socialismo alemán": Después de haber demolido todos los dogmas a priori, no caigamos, a nuestra vez, en la contradicción de vuestro compatriota Lutero; no pensemos también nosotros en adoctrinar al pueblo; mantengamos una buena y leal polémica.

Pero como nunca comprendió la verdadera dialéctica científica, no pudo ir más allá de la sofística.

[15]​Bakunin escribió:Proudhon, a pesar de todos sus esfuerzos por deshacerse de la tradición del idealismo clásico, siguió siendo durante toda su vida un idealista incorregible, inmerso en la Biblia, en el derecho romano y en la metafísica.

[...] Por otra parte, Proudhon comprendía y sentía la libertad mucho mejor que él.

Los proudhonianos responden a esto recordando los orígenes de Proudhon como trabajador manual.

Miembros de La Montaña en la Asamblea Nacional en 1848. Proudhon el tercero a la esquina superior izquierda.
Dibujo de la prisión de Sainte-Pélagie por Jean-Louis Talagrand (1899), una vez ocupada por Proudhon y otros.
Retrato de Proudhon por Gustave Courbet , 1865.
Litografía Proudhon en su lecho de muerte , titulada Mort de Proud'hon de Courbet a partir de una fotografía realizada por Étienne Carjat el 19 de enero de 1865.
" La caída y la muerte de las sociedades se debe al poder de acumulación que se posee la propiedad ." Pierre-Joseph Proudhon
Pierre-Joseph Proudhon y sus hijas por Gustave Courbet , 1865.
Karl Marx en 1861.