Nace como respuesta a la explotación que sufren los trabajadores como consecuencia de la revolución industrial.
Su objetivo es lograr un orden social más justo e igualitario luchando contra el capitalismo.
La sección marxista fue introducida en España por Lafargue, consiguiendo implantarse en Madrid y posteriormente en la Cornisa Cantábrica aunque con una afiliación igualmente modesta.
En el V Congreso de la AIT (1872), en La Haya, se produjo la escisión entre marxistas y anarco-colectivistas, siendo esta la primera gran separación producida en el seno del movimiento obrero.
Los puntos fundamentales del enfrentamiento entre Marx y Bakunin eran los siguientes: El movimiento obrero revolucionario internacional surgido de la AIT puso desde el primer momento las discrepancias entre los partidarios de Mijaíl Bakunin y Karl Marx.
Surgieron dos grandes tendencias principales: el anarcocolectivismo y el anarcocomunismo que sintetizadas con el sindicalismo revolucionario dieron lugar al anarcosindicalismo.