La Segunda Internacional fue una organización formada en 1889 por los partidos socialistas y laboristas que deseaban coordinar su actividad.
Creada en 1919, adoptó el nombre de Internacional Comunista (Komintern) rechazando la preferencia de la Segunda Internacional por el parlamentarismo y los medios electorales y decantándose en su lugar por la dictadura del proletariado.
La Segunda Guerra Mundial, sin embargo, acabó de disolver a las fuerzas que la integraban, y precipitó su desaparición en 1940.
Sin embargo, ésta se reorganizó y refundó en 1951 bajo el nombre de la Internacional Socialista, aún activa.
No sólo se presentaron a sí mismos como defensores de los derechos de las minorías, sino que también provocaron que los marxistas alemanes demostraran una intolerancia radical que sería importante en la prevención del seguimiento marxista del movimiento laborista británico según las indicaciones de líderes como Henry Hyndman.