Impresión

La impresión es el proceso y resultado de reproducir textos e imágenes, generalmente con tinta sobre papel.

Los métodos artísticos son aquellos en que se graba manualmente una imagen sobre una superficie rígida, que después alojará tinta y será transferida por presión a otra superficie como papel o tela, permitiendo así hacer de manera mecánica múltiples copias de la misma.

Se entiende por impresión digital a toda aquella en que se imprime directamente en papel (ya sea por inyección, láser u otro procedimiento) desde un archivo informático, en contraposición a los otros sistemas (tipografía, offset...), que utilizan, por ejemplo, planchas metálicas.

Fue documentada por primera vez en China en la Dinastía Tang, aunque como un método para imprimir estampados en la ropa; los ejemplos más antiguos que aún sobreviven en China datan de antes del año 220,[3]​ y de Egipto en los siglos VI o VII.

[4]​ En la Dinastía Tang, un escritor chino llamado Fenzhi mencionó por primera vez en su libro "Yuan xian san ji" que la impresión xilográfica se usaba para imprimir escrituras budistas durante los años de Zhenguan (627-649 d. C.).

Fue robado por los invasores japoneses, y actualmente se encuentra en poder del Museo de Caligrafía en Tokio (Japón).

El libro impreso más antiguo documentado que aún perdura, una copia del Sutra del Diamante (texto budista), está fechado en 848, pero una reciente excavación en una pagoda coreana puede haber desenterrado un texto budista incluso más antiguo fechado entre 750-751.

Hacia 1450 Johannes Gutenberg presentó su sistema de impresión con tipos móviles, que es considerado una invención independiente en Europa.

A finales del XVIII Charles Stanhope (1753 – 1816) construyó la primera imprenta totalmente metálica que permitía reducir la fuerza requerida para imprimir en un 90% y doblaba la superficie imprimible,[17]​ y con una producción de hasta 480 páginas también doblaba la producción de las anteriores.

[19]​ La prensa rotativa, construida en 1847 por Richard March Hoe (1812-1886), es una máquina de impresión en la cual las imágenes y gráficos que hay que imprimir se curvan sobre un cilindro, la primera ya era capaz de realizar 12 000 impresiones por hora.

La impresión se puede efectuar sobre un gran número de sustratos, incluyendo papel, cartón y plástico, que pueden ser alimentados con hojas sueltas o mediante un rollo continuo.

La rotativa imprime y además puede modificar el sustrato mediante troquelados, barnizados de sobreimpresión o relieve.

La introducción del texto a través del teclado se traducía en la composición mecánica de una matriz que servía como molde donde se introducía una aleación fuera de plomo y estaño formando una única pieza por línea introducida.

La tinta se fijaba sobre las posiciones deseadas gracias a una carga electrostática (por eso la placa recibe el nombre de placa electrográfica), más tarde se sustituyó la corona de descarga por una láser.

Esta mejora eliminó la necesidad del diseño y montaje manual de las páginas.

Aun así, la transferencia óptica hizo perder definición y no evitaba ciertas manchas producidas por la presencia de suciedad debida al polvo adherido a las placas.

El mundo de la impresión ha experimentado avances notables con la posibilidad que ofrecen las nuevas impresoras en tres dimensiones en campos como la sanidad, el arte, la arquitectura y la industria.

En sanidad se utilizan para elaborar órganos artificiales, prótesis inteligentes y ecografías en 3D de futuros bebés.

Plegadora de periódicos.
Xilografía de Jost Amman que muestra a un grabador.
Xilografía de Hiroshige .
Tipos móviles
Reproducción de la imprenta de Gutenberg en el museo del Parque Garza Roja del Ecuador.
Antigua prensa rotativa expuesta en el Deutsches Museum de Múnich .
Una linotipo del 1965 expuesta al Deutsches Mudeum de Múnich.
Una ófset en funcionamiento
Una fotocopiadora moderna