Cada una de estas piezas contiene un carácter o símbolo en relieve e invertido especularmente.
[1] La invención de los tipos móviles en Occidente se atribuye a Johannes Gutenberg (hacia 1440); se cree que los inventó sin conocimiento de la existencia de inventos similares hechos en China.
La primera referencia a algún modelo de tipos móviles en la historia parece ser la del aparato inventado por el chino Bi Sheng hacia el año 1040 d. C.[2] Anteriormente se imprimían grabados en Oriente y en Europa en los que una sola plancha de madera tallada era la matriz para la impresión de cada página.
A partir de ahí surgieron los tipos móviles, que permitían componer una página, y si se cometía un error, únicamente había que sustituir el carácter erróneo.
Dado que estos tipos podían ser usados una y otra vez, se optó por fundirlos en metal.