Grabado a punta seca

[4]​ La punta seca fue una técnica de expresión libre en los XVII y XVIII, en ocasiones despreciada por los editores dada su menor rentabilidad frente al buril.

Este aspecto de la punta seca complementando otros procedimientos debe resaltarse, dado que su ejecución, directa y emocional, permite matizar, suavemente o resaltar cualquier grabado ejecutado con otra técnica.

A medida que se va haciendo la incisión se va produciendo un surco, levantando a ambos lados una especie de suaves crestas de metal llamadas "rebarbas" o "rebabas".

Pero si se quiere dar una apariencia firme y clara, lo mejor es eliminar las rebabas, sin dañar el surco.

Como en el proceso del grabado al aguatinta, la estampación de la punta seca se hace entintando la lámina, limpiándola, colocando un papel humedecido sobre ella e introduciéndola en la prensa.