Estas tintas se disolvían en alcohol, por lo que la impresión era de una calidad muy pobre y poco resistente.
Generalmente, un rodillo giratorio de caucho u otros materiales, como el poliuretano o uretano, recoge la tinta y la transfiere por contacto a otro cilindro, llamado anilox.
Por ejemplo, si se realiza un producto con fotografía, este se imprime en ocho colores, el blanco, cyan, magenta, amarillo, negro (para la foto), negro (para el código de barras y el texto) y dos colores más para realizar fondos saturados, entre estos pueden estar el dorado, plateado y/o el pantone de la empresa.
Previo a la producción de las placas, se pueden utilizar distintos métodos para realizar pruebas de color, por ejemplo: Color Key, Cromalin, Color Check, Cromacheck, Dylux, etc.[cita requerida] Estas pruebas permiten acercarse mucho los colores finales de impresión y se realizan para evitar errores, que pueden llegar a ser muy costosos para el proceso de producción.
Estos números no se aplican a las placas de fotopolímero.
Si se usan líneas se tiene que procurar no hacerlas tan finas: en el caso de un positivo, porque corre el riesgo de desaparecer la línea; en el caso del negativo, se hace más ancho que en el anterior porque el relleno de tinta en los espacios interiores tiende a disminuir el espesor.
Estas variaciones deben preverse antes de realizar el diseño, además de no usar muchas gradaciones porque tienden a agrandar el punto y, como consecuencia, aumentar el grosor del color u objeto impreso.
Tomando en cuenta que la angulación de las celdas del rodillo anilox es de 45° respecto a la bobina del material, se deben considerar los siguientes valores para la impresión de los distintos colores: Si se imprime en un solo color se recomienda usar tramas a 45°, o a su manera usar 30° de diferencia entre cada color, las angulaturas más usadas son: Estos valores son los más comunes, pero dependiendo de la disposición del anilox, se pueden generar variaciones sumando o disminuyendo 7,5°.