Arte moderno

Otra ambigüedad evidente es la utilización de la expresión "arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que tampoco coincide siempre con el arte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia hasta el siglo V), especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros modernos", siendo aquellos los del siglo XV al XVII, y estos los posteriores, épocas convencionalmente separadas por criterios historiográficos y museológicos.

[2]​ Las expresiones "arte moderno" y "arte contemporáneo" se utilizan muy a menudo de forma totalmente intercambiable, incluso en la bibliografía especializada[3]​ y el entorno institucional (museos y universidades);[4]​ mientras que en otras ocasiones, en los mismos ámbitos, se utilizan en oposición, reservando para el "arte moderno" un periodo indefinido, que puede ir desde distintos momentos del siglo XIX hasta distintos momentos del siglo XX.

Encontraron soluciones casi idénticas en lo que se conoció como realismo socialista o arte fascista.

Simultáneamente, el capitalismo estadounidense, en cambio, asumió con gran dinamismo el arte moderno, implicándolo en el proceso productivo y aprovechando sus grandes posibilidades para el mercado.

Para esas fechas empieza a ser usual la percepción del artista moderno como un incomprendido social, ajeno a las instituciones; aunque paradójicamente termine creando su propia institucionalidad alternativa (Salon des Refusés, 1863 -salón de los rechazados-).

En los años previos a la Primera Guerra Mundial, una explosión de creatividad tuvo lugar con el fovismo, cubismo, expresionismo y futurismo.

Almuerzo en la hierba de Pablo Picasso .
Fuente . Duchamp, 1917.