Un dibujo en perspectiva de un solo punto significa que el dibujo tiene un único punto de fuga, normalmente (aunque no necesariamente) directamente opuesto al ojo del observador y generalmente (aunque no necesariamente) en la línea del horizonte.
Disponían los personajes aumentando su tamaño según su importancia, lo que los historiadores del arte denominan perspectiva jerárquica o teológica.
Sin embargo, existen numerosos estudios acerca del propio Partenón, que afirman que sus dimensiones (especialmente la forma e inclinación de sus columnas) fueron meticulosamente estudiadas para contrarrestar los efectos de la perspectiva sobre las líneas maestras del edificio.
[16] Los filósofos Anaxágoras y Demócrito elaboraron teorías geométricas de la perspectiva para ser usadas en la skenographia.
Alcibíades tenía pinturas en su casa diseñadas usando esta técnica,[17] por lo que este arte no se limitó simplemente a los escenarios.
Casi ninguna de las muchas obras en las que se hubiera utilizado un sistema así ha sobrevivido.
[21] La proyección oblicua también aparece en el arte japonés, como en las pinturas Ukiyo-e de Torii Kiyonaga (1752-1815).
[21] En el siglo XVIII, los artistas chinos comenzaron a combinar la perspectiva oblicua con la disminución regular del tamaño de las personas y los objetos con la distancia; no se elige ningún punto de vista particular, pero se logra un efecto convincente.
El arte bizantino también conocía estos principios, pero mantenía la convención de la perspectiva invertida para destacar las figuras principales.
[29] Poco después, casi todos los artistas de Florencia e Italia utilizaron la perspectiva geométrica en sus pinturas,[30] notablemente Paolo Uccello, Masolino da Panicale y Donatello.
Décadas más tarde, su amigo Leon Battista Alberti (1404-1472) escribió De pictura (1435/1436), un tratado sobre los métodos adecuados para mostrar la distancia en la pintura.
Las matemáticas asociadas a los triángulos semejantes son relativamente simples, y ya habían sido formuladas por Euclides hacía mucho tiempo.
La altura del segundo triángulo se puede determinar a través de una relación simple, como demuestra Euclides.
[37] Alberti se había limitado a figuras sobre el plano del suelo y daba una base general para la perspectiva.
Della Francesca desarrolló esta teoría, cubriendo de forma explícita los sólidos en cualquier área del plano pictórico.
Della Francesca también fue el primero en dibujar con precisión los sólidos platónicos, que aparecían en perspectiva.
Jan van Eyck (1390-1441), entre otros, no pudo crear una estructura consistente para las líneas convergentes en las pinturas, como en el Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa[41] de Londres, porque no estaba al tanto del avance teórico que estaba ocurriendo en ese momento en Italia.
Durante este período se impuso un concepto más naturalista del arte, menos ligado al rigor geométrico de las escenas imperante hasta entonces.
[50] Sin embargo, movimientos posteriores a lo largo del siglo XX, como el surrealismo representado por Salvador Dalí (1904-1989),[51] o el hiperrealismo practicado por Antonio López (1936),[52] se han servido de la perspectiva como recurso expresivo de primer orden.
En este sentido, se pueden citar los trabajos del grabador neerlandés M. C. Escher (1898-1972), que exploró los límites teóricos de la perspectiva produciendo paradójicos efectos con objetos geométricamente imposibles.
La Edad Media en Europa supuso un periodo de estancamiento respecto a los conocimientos técnicos adquiridos por los constructores y artistas romanos.
[43] Junto con Jacopo Castriotto, Girolamo Maggi (c. 1523-1572) instauró la tradición del dibujo axonométrico en los tratados militares, contraponiéndolo explícitamente a las perspectivas cónicas.
La codificación científica de la axonometría puede atribuirse al francés Desargues y a su discípulo Abraham Bosse (c. 1602–1676).
La referencia en la Enciclopedia Británica de 1835 a esta técnica hizo que adquiriera gran popularidad.
En España, el ingeniero Eduardo Torroja (1899-1961)[57] sistematizó en un manual los distintos tipos de perspectiva axonométrica.
[2] La perspectiva con tres puntos de fuga se usa a menudo para representar edificios vistos desde arriba o desde abajo.
Para un objeto visto desde arriba, este tercer punto de fuga está debajo del suelo.
La apariencia de cualquier pequeño objeto en dicha escena se asemejaría así a su aspecto en una proyección paralela.
En la práctica, presentan la ventaja de que permiten medir directamente sobre los tres ejes coordenados las dimensiones del modelo representado.
[68] Del mismo modo que una imagen de perspectiva estándar debe verse desde el punto de vista calculado para que la imagen parezca idéntica a la escena real, una imagen proyectada en un cilindro o esfera debe ser vista desde el punto de vista calculado para que sea exactamente idéntica a la escena original.