El diamante tiene renombre específicamente como un material con características físicas superlativas, muchas de las cuales derivan del fuerte enlace covalente entre sus átomos.
[2] El diamante es uno de los minerales con más valor del mundo por sus características físicas y ópticas.
Sus excelentes propiedades ópticas y mecánicas, combinadas con una mercadotecnia eficiente, hacen que el diamante sea la gema más popular.
El nombre diamantes deriva del griego antiguo ἀδάμας (adámas), «propio», «inalterable», «irrompible, indomable», de ἀ- (a-), «sin» + δαμάω (damáō), «yo gobierno, yo domo».
Posteriormente demostró que, en una atmósfera desprovista de oxígeno, el diamante se convierte en grafito.
Las cuatro características, conocidas informalmente como las cuatro C, desarrolladas por GIA, son usadas ahora de un modo común como descriptores básicos de los diamantes: estos son carat, cut, colour y clarity[9] (peso, talla, color y pureza).
Los diamantes de grado industrial menos caros, conocidos como bort, con muchas fallas y color más pobre que las gemas, son usados para tales propósitos.
[23] Comúnmente se observa una conductividad sustancial en diamantes nominalmente no dopados, que han crecido por deposición química de vapor.
Los cortadores de diamantes usan este atributo para quebrar algunas piedras, como paso previo al facetado.
[15] El Gemological Institute of America (GIA) clasifica la baja saturación amarilla y marrón como diamantes en el rango normal de color, y aplica una escala de graduación desde 'D' (incoloro) hasta 'Z' (ligeramente amarillo).
Obsérvese, sin embargo, que puede introducirse virtualmente cualquier elemento en el diamante por implantación de iones.
Una larga estancia en la litosfera cratónica permite a los cristales de diamante crecer más grandes aún.
Algunos diamantes, conocidos como harzburtigícos, son formados de carbono inorgánico encontrado originalmente en lo profundo del manto terrestre.
Algunas veces se les encuentra crecidos juntos o formando cristales dobles "gemelados" en las superficies del octaedro.
Los diamantes (especialmente aquellas con las caras del cristal redondeadas) se encuentran comúnmente recubiertos en nyf, una piel opaca gomosa.
[40][41] Los granos presolares en muchos meteoritos encontrados sobre la Tierra contienen nanodiamantes de origen extraterrestre, formados probablemente en supernovas.
La evidencia científica indica que las estrellas enanas blancas tienen un núcleo de carbono y oxígeno cristalizado.
Esto es porque los cratones son muy gruesos, y su manto litosférico se extiende a profundidades suficientemente grandes tal que los diamantes sean estables.
[15] El magma en sí mismo no contiene diamantes; sin embargo, actúa como un elevador que lleva las rocas formadas en la profundidad (xenolitos), minerales (xenocristos), y fluidos hacia arriba.
[15] Una vez que los diamantes han sido transportados a la superficie por el magma en una chimenea volcánica, pueden ser erosionados afuera y distribuidos en un área grande.
Aunque existe un gran comercio en ambos tipos de diamantes, los dos mercados actúan en formas drásticamente distintas y diferentes.
Esta campaña coordinada duró décadas y continúa hoy en día: tal vez es capturado mejor por el eslogan: "a diamond is forever" (un diamante es para siempre).
Esto ayuda a explicar por qué el 80% de los diamantes minados (igual a aproximadamente 100 millones de quilates, o 20.000 kg anualmente), no aptos para su uso como piedras preciosas, son destinadas al uso industrial.
[53] Con los avances continuos hechos en la producción de diamantes sintéticos, las aplicaciones futuras se están volviendo factibles.
[61] Interesante es el hecho de que el 20% de dicha cantidad se haya minado solo en los últimos 5 años, y durante los últimos diez años, 9 minas nuevas hayan empezado la producción, mientras 4 más están esperando ser abiertas pronto.
[62] También hay depósitos comerciales siendo minados activamente en los Territorios del Noroeste de Canadá, y en Brasil.
[78] Las mejoras del diamante son tratamientos específicos realizados sobre los diamantes naturales o sintéticos (usualmente sobre aquellos ya cortados y pulidos en una gema), que están diseñados para mejorar las características gemológicas de la piedra en uno o más formas.
Una sustancia así es el carbono diamantino—un material carbonáceo amorfo que tiene algunas propiedades físicas similares a las de los diamantes.
[81] Los laboratorios usan técnicas como las espectroscopia, microscopía y luminiscencia bajo luz ultravioleta corta para determinar el origen de un diamante.
La tradición atribuyó al diamante en otros tiempos virtudes maravillosas contra los venenos, la peste, los terrores pánicos, los insomnios, los prestigios y los encantamientos.