El piropo es el único miembro de la familia granates que siempre presenta una coloración roja en las muestras naturales, y es a partir de dicha característica que obtiene su nombre: del griego: πυρωπός, fuego y ojo.
Por ejemplo el piropo de cromo, y el garnet de Bohemia son dos nombres alternativos, el uso del último es desaconsejado por el Gemological Institute of America (GIA).
Algunas variedades son muy oscuras, casi negras, mientras que otras pueden tener tonos púrpura.
Algunos piropos ricos en cromo son termocrómicos, tomando una coloración verde al ser calentados.
Antiguamente en España y hoy día en otros países hispanoparlantes los jóvenes demostraban su amor a las doncellas regalándoles un piropo, un granate con un color muy intenso debido a la concentración de hierro que tiene.