Metano

El metano (del griego methy vino, y el sufijo -ano)[2]​ es el hidrocarburo alcano más sencillo, cuya fórmula química es CH4.

Es una sustancia no polar que se presenta en forma de gas a temperaturas y presiones ordinarias.

El gas natural comercializado es mayoritariamente metano con algunos otros hidrocarburos añadidos en pequeña proporción, como etano, propano, butano y algo de nitrógeno.

Con todo, las reducciones fuertes, rápidas y sostenidas en las emisiones de metano pueden limitar el calentamiento a corto plazo y mejorar la calidad del aire al reducir el ozono global a baja altura.

La asfixia puede sobrevenir si la concentración de oxígeno se reduce por debajo del 19,5% por desplazamiento.

Las principales reacciones del metano son: combustión, reformación con vapor (steam reforming) para dar gas de síntesis (syngas), y halogenación.

Acto seguido el formaldehído se descompone en el radical formil, que a continuación da dióxido de carbono e hidrógeno.

Este proceso generalmente es más lento que el resto de pasos y requiere unos cuantos milisegundos para producirse.

El enlace covalente carbono-hidrógeno se encuentra entre los más fuertes de todos los hidrocarburos, y por tanto su uso como materia prima es limitado.

En donde X es un halógeno: flúor (F), cloro (Cl), bromo (Br) y a veces yodo (I).

En muchas ciudades el metano se transporta en tuberías hasta las casas para ser empleado como combustible para la calefacción y para cocinar.

En Colombia, así como en otros países en desarrollo, el gas natural es empleado como combustible alterno por algunos vehículos de transporte.

El metano es utilizado en procesos químicos industriales y puede ser transportado como líquido refrigerado (gas natural licuado, o GNL).

Los gasoductos transportan grandes cantidades de gas natural, del que el metano es el principal componente.

[8]​ Hace unos siete mil años en Oriente Próximo se descubrió la técnica del regadío y luego esta práctica se extendió hasta el sudeste asiático y el sur de China, creando así humedales artificiales.

En estos humedales la vegetación crecía, moría, se descomponía y emitía metano.

El aumento de metano en la atmósfera de la Tierra es controlado naturalmente (aunque la influencia humana puede interferir en esta regulación) por la reacción del metano con el radical hidroxilo, una molécula formada por la reacción del oxígeno con el agua.

Sin oxígeno el metano podía permanecer en la atmósfera más tiempo, y además en otras concentraciones, que en las actuales condiciones.

La sonda europea Mars Express confirmó la presencia permanente de metano que, dada la degradación fotoquímica que sufre, solo se puede explicar si hay una fuente renovable de este gas.

En este segundo caso deberían ser microbios anaerobios que quizá podrían vivir bajo la superficie en una posible agua líquida.

Según publicó la revista Science en enero de 2009, se han empleado detectores de infrarrojos desde telescopios terrestres y se ha podido observar la evolución del metano a lo largo de tres años marcianos (equivalentes a 7 terrestres) y se ha visto que el metano muestra variaciones en el tiempo y acumulación en ciertas regiones.

Concretamente se ha visto que la fuente principal contenía 19 000 toneladas con una emisión de 600 gramos por segundo.

La vida media del metano en Marte es muy corta, de cuatro años terrestres, y quizás lo degradan oxidantes presentes en el polvo en suspensión.

Una hipótesis apunta a la presencia de microbios bajo el hielo marciano, donde la radiación podría producir hidrógeno a partir de agua líquida y el CO2 proporcionar el carbono para producir finalmente metano.

El rover marciano MSL, más conocido como "Curiosity", está equipado con sistemas para medir metano y determinar qué isótopo de carbono contiene.

Resultado de las observaciones de metano desde 1996 a 2005 que muestran el aumento del metano, las variaciones estacionales y la diferencia entre los hemisferios norte y sur.
Concentraciones medias de metano globales (NOAA).