En época romana, el mar se encontraba mucho más cerca de la ciudad que en la actualidad.
Su construcción se remonta a la segunda mitad del siglo I a. C. Originariamente eran abastecidas por un pozo de grandes dimensiones.
Para los esclavos liberados, convertirse en un sacerdote augustal era una forma de ascender en la escala social.
Es un edificio de planta cuadrada, con cuatro columnas centrales y arcos ciegos en sus paredes.
Una de ellas lleva la firma del artista griego, que dice: "Alejandro, el ateniense, lo pintó".
Destacan sus frescos en cuarto estilo y el pequeño patio a la izquierda de la entrada.
En una pared del triclinio está representado Sileno, sentado entre dos sátiros, que observa a Ariadna y Dioniso.
La casa, con un balcón corrido, y con un pequeño atrio sin compluvium tiene una planta alta para la servidumbre.
Un plúteo bajo corre entre las columnas y delimita el impluvium, que tiene una fuente con estanque de mármol.
A la derecha de la entrada, una habitación contiene un mosaico con una muralla almenada y torres.
Edificada durante la época de Augusto, descansa sobre estructuras abovedadas y contaba con una terraza panorámica con vistas al mar.
La primera excavación de la casa la hizo C. Bonucci en 1852, y fue completada en los años treinta por A. Maiuri.
Cuenta con un extenso peristilo y el pórtico que está detrás del jardín se apoya sobre unos sólidos pilares de opus vittatum mixto.
Fue reformada durante el reinado de Augusto y probablemente entonces se le añadió el peristilo con la columnata toscana, integrando la casa contigua.
El impluvium fue revestido de mármol y algunos pavimentos se renovaron con mosaicos o bien con opus sectile.
En el triclinio o comedor se pueden observar frescos en cuarto estilo así como en un dormitorio (cubiculum).
Destaca el tablino, por su pavimento opus sectile y el triclinio que se encuentra detrás.
En este último, se conservan unos frescos que fueron renovados durante el periodo del cuarto estilo.
Este aparejo no se utilizó en paredes portantes en Pompeya, sin embargo sí que lo ensayaron en Herculano, ciudad más de vanguardia, muy influenciada por las innovaciones procedentes de la cercana Neápolis (la actual Nápoles).
El balcón que da a la calle descansa sobre columnas de ladrillo y se corresponde, en parte, a una habitación de la vivienda del primer piso, cuya entrada independiente está en el número 13.
Las hojas del tabique poseen unas argollas y unos soportes de los que se colgaban unos candiles (lucernae).
El trazado actual se remonta a mediados del siglo I d. C., aunque en la entrada y en una habitación a la izquierda del tablino se conserva la decoración mural en segundo estilo de una época anterior.
En este patio encontramos la escalera, con balcón corrido pintado con motivos ornamentales, que conduce a la planta alta.
En la pared del fondo del gran salón, cuya sala debía utilizarse para dar comidas colectivas, hay dos bajorrelieves de mármol, de estilo Neoático, que representan a la Aurora y al Ocaso.
Los Thermopolia eran establecimientos donde se vendían bebidas y comidas calientes, de aquí su nombre griego.
La gente común solía hacer la comida del mediodía (prandium) fuera de casa.
A veces, en el interior, había un espacio donde la gente se podía sentar y comer.
La escasa presencia de elementos en su interior se debe a los túneles realizados en época borbónica.
En la parte más alta encontramos una pintura de gran tamaño con el dios romano Sancus, una divinidad muy popular entre los comerciantes para la protección y juramento comercial.
También han llegado hasta nosotros la cocina y los elementos dispuestos en el mostrador para su venta el día de la erupción.