Karl Jakob Weber

A pesar de su origen, no tenía rentas propias, y optó por alistarse en el regimiento de mercenarios suizos establecido en el reino de Nápoles, por entonces bajo la tutela española, donde desarrolló toda su carrera.

Tras pocos años, se examinó para el acceso al cuerpo de ingenieros militares y entró en la Guardia Real como ingeniero en 1743.

Progresivamente se le fueron confiando más responsabilidades en las excavaciones, mientras Alcubierre, que nominalmente fue siempre el director de las excavaciones, fue reduciendo su intervención.

La relación con Roque Joaquín de Alcubierre fue siempre conflictiva.

Frente a la actividad frenética de Alcubierre, que había proporcionado numerosos bronces y otras obras de arte que estimularon el patronazgo regio, Weber introdujo una mayor preocupación por los restos, la documentación de los hallazgos y por la excavación de habitaciones completas preocupándose por el contexto, lo que le convertía en un precedente de la arqueología moderna.

Firma del ingeniero militar Karl Jakob Weber cuando servía a las Órdenes de Carlos VII de Nápoles (Carlos III de España). Et texto reza: D(on) Carlos Weber