El volcán había dado señales de actividad en 1792 y en 1851, aunque en ambos casos las erupciones fueron leves.Era el segundo asentamiento más importante después de Fort-de-France, distante a 24 km al sur.Se encontraban anclados varios navíos, algunos italianos, otros noruegos, aunque la mayoría eran estadounidenses en tránsito.El gobernador Louis Mouttet fue recibiendo partes y avisos que indicaban una inusual actividad volcánica en desarrollo, pero por razones políticas intentó rebajar el perfil de los sucesos resistiéndose a la evacuación general de St.Algunos consulados optaron por cerrar sus edificios y ordenaron embarcar a su personal en los barcos anclados en el puerto; de hecho, algunos capitanes decidieron zarpar lo antes posible por considerar que la isla corría peligro.Estos comentaron que varios de los 22 ríos colindantes estaban desbordándose y que el río Roxelane, un río muy cercano al volcán, estaba completamente contaminado con cadáveres de animales y algunos cuerpos humanos en sus orillas.Un hecho similar al que sepultó la ciudad de Pompeya en el 79 d. C. en Nápoles, Italia.El flujo piroclástico avanzó por la superficie del mar alcanzando a varios buques al ancla, entre ellos al SS Roraima, cuya carga de nitrato de potasio explotó destruyendo su estructura e incinerando a sus pasajeros.Varios barcos anclados fueron alcanzados por la nube piroclástica e incendiados resultando toda su tripulación muerta, transformándose en osarios flotantes; entre ellos, los barcos estadounidenses, tales como el buque mixto SS Roraima con 50 personas a bordo, el vapor Rodman, el SS Tamaya y Grappler que se hundieron más tarde.El 20 de mayo el monte Pelée volvió a estallar aún más violentamente pero sin víctimas, porque ya no había ningún ser viviente en el sector.
Saint Pierre antes de la erupción (1902).
El vapor mixto SS Roraima anclado frente a St. Pierre pocos días antes de la erupción (al fondo, el
Monte Pelée
).
El SS Roraima de la línea Quebec quemado y aun humeante fotografiado un día antes de hundirse.
St. Pierre días después de la erupción en 1902, el monte Pelée al fondo semicubierto por neblina.
Aguja de lava formada después del cataclismo, fotografiada antes de su desmoronamiento.
Nube ardiente o flujo piroclástico fatal en descenso sobre St. Pierre.
Calle de St. Pierre después de la erupción, el cadáver de un hombre en primer plano.
Nube piroclástica sobre los restos de St.Pierre fotografiada el 6 de junio de 1902.
Ruinas de St.Pierre fotografiadas después del cataclismo de 1902.
Otra fotografía de St.Pierre después del cataclismo.
Aguja de lava formada donde estuvo el cráter del volcán, esta se desmoronó más tarde.
Dos hombres contemplan el cuerpo carbonizado de una mujer en medio de las ruinas.
Un hombre contemplando varias víctimas muertas durante la explosión.