Su primer trabajo fue como empleado de una librería, al tiempo que se dedicaba ya a la indagación sobre arte.
En 1967, pasó a ser docente en la Universidad de Oxford, y era la segunda persona que ocupaba la cátedra de arte; hay que tener en cuenta que Oxford fue la última gran universidad en el mundo en reconocer la historia del arte como una disciplina académica rigurosa.
En sus obras (muchas traducidas al español), se interesó por las circunstancias en que se exponen a los pintores, y este aspecto es el que pesa en toda su obra.
Hizo con Nicholas Penny, un extenso trabajo sobre la formación del canon clásico en la escultura europea: Taste and the Antique, en 1981.
En El museo efímero (2000), que es su último libro, analiza el significado de las exposiciones de maestros, desde sus orígenes italianos en el siglo XVII hasta las antológicas sobre Holbein (Drede, 1871), los holandeses (París, 1921) o los italianos del Renacimiento (Londres, 1930).