La museografía debe asumirse como una disciplina integral e integradora de conocimiento cuyo objetivo se relaciona con la museología.
Los elementos museográficos son, por tanto, las vitrinas, muros que albergan las obras, las piezas de gráfica, audiovisuales e interactivos, sistemas de iluminación y todos aquellos recursos mediante los que se apoya e implementa el discurso museológico que pretende transmitir la muestra.
Algunos autores prefieren denominarla técnicas expositivas, para remarcar la importancia que tiene considerarlas en un sentido más amplio al estrictamente cultural.
Que sea a través de exponer cosas o diferentes proyectos como pinturas, historias de antes, exponer para que la gente vea los trabajos y las técnicas que se usaron en el trabajo de los pintores o creadores; también se puede decir como diferente arte en cada clase de pintura, en algunas es la técnica del fresco, la acuarela, acrílica, óleo, a lápiz, etc. Y el pintor la lleva a un museo para exponerla y que la gente la vea y aprecie su arte.
[2] La museografía interactiva es una variante de la museografía didáctica que tiene como elemento central la interacción didáctica, es decir, el ejercicio de una acción mutua entre lo expuesto y el visitante, por lo que la exposición se hace más inclusiva, dialogante y participativa.