Su técnica se publicó como Die Werke Italienischer Meister (El trabajo de los maestros italianos), bajo el seudónimo Ivan Lermolieff, entre 1874 y 1876.
Su método fue desarrollado por Bernard Berenson, quien conoció a Morelli en 1890.
La primera generación de connoisseurs incluyó a Gustavo Frizzoni, Jean Paul, Adolfo Venturi, Alois Riegl y Constance Jocelyn Foulkes.
El método atribucionista de Morelli constituye uno de los mayores avances en la historiografía del arte, habiendo influido a grandes historiadores del arte como Gloth, Jughens o Giovanni Seprestiu.
Para entender el atribucionismo hay que remontarse a las teorías platónicas, en las que se creó el término mimesis: para Morelli, la mímesis influye en los pequeños detalles haciendo que estos pasen a formar parte del período artístico en el que se enmarcan, nunca del autor, porque, para Morelli, el autor no constituye algo tan importante como la obra, el período o incluso los materiales de trabajo empleados en la obra.