Lenbach había visto al pintor Johann Baptist Hofner ejecutando unos estudios de animales y esto le inspiró a sus primeras incursiones en la pintura.
Tras visitar las galerías de Augsburgo y Múnich, logró el permiso paterno para seguir una carrera artística.
Su técnica era ya avanzada cuando pasó a ser pupilo de Carl Theodor von Piloty, con el que en 1858 emprendió un viaje a Italia y donde asimiló la técnica de Tiziano y Giorgione.
En Roma estuvo un año; allí realizó bocetos del natural que utilizó más tarde en algún cuadro.
Para finales del siglo XIX Lenbach y su círculo dominaban la actividad cultural de Múnich.
En 1887 contrató al arquitecto Gabriel von Seidl para construir una mansión en el estilo renacentista italiano.