Bernard Berenson

[1]​ Su padre, Albert, creció siguiendo un camino educativo de aprendizaje judío clásico y contempló convertirse en rabino.[5]​ Su círculo de amigos también incluía a Isabella Stewart Gardner, Ralph Adams Cram y George Santayana.[1]​ Asesoró a diversos coleccionistas americanos (como Isabella Stewart Gardner) y así contribuyó al auge de los museos en EE.Ya en 1907, su obra Drawings of the Florentine Painters le había consagrado como la principal guía del renacimiento italiano.Entre los coleccionistas estadounidenses de principios del siglo XX, Berenson era considerado la autoridad preeminente en el arte renacentista.A este respecto, la influencia de Berenson fue enorme, mientras que su comisión del 5% lo convirtió en un hombre rico.(Según Charles Hope, él "tenía un interés financiero en muchas obras ... un arreglo que Berenson decidió mantener en privado").Sus primeras obras se integraron más tarde en Los pintores italianos del Renacimiento (1930), que fue ampliamente traducida y reimpresa.[9]​ Su residencia en Settignano, cerca de Florencia, que se ha llamado "I Tatti" desde al menos el siglo XVII, se convirtió en el Centro de Harvard para Estudios del Renacimiento Italiano, un centro de investigación que ofrece una beca residencial a académicos que trabajan en todas las áreas del Renacimiento italiano.“Durante la Segunda Guerra Mundial, apenas tolerado por las autoridades fascistas y, más tarde, por sus amos alemanes, Berenson permaneció en 'I Tatti'.También resultó ilesa la mayor parte de sus colecciones, que habían sido trasladadas a una villa en Careggi.Esta relación, controvertida por mezclar erudición y lucro, ha llevado a pensar que Berenson era laxo asignando obras a pintores de primera línea para favorecer su venta y obtener beneficio de ello.Hasta el momento no se ha realizado una comparación sistemática, pero un estudio parcial de setenta obras apunta a esta posibilidad.2006 vio la publicación de las cartas del destacado historiador británico Hugh Trevor-Roper a Berenson en el período 1947-1960, en un libro titulado, Letters from Oxford: Hugh Trevor-Roper to Bernard Berenson, editado por Richard Davenport-Hines, publicado por Weidenfeld y Nicolson.En 2015, Yale University Press publicó la correspondencia de Kenneth Clark con Berenson en el libro My Dear BB: The Letters of Bernard Berenson y Kenneth Clark, 1925-1959, editado y comentado por Robert Cumming.
Bernard Berenson en Villa I Tatti, 1903
Cole Porter, Linda Lee Thomas, Bernard Berenson y Howard Sturges en una góndola, en 1923.
Bernard Berenson en el jardín de su finca Villa I Tatti en 1911