Caspar David Friedrich

A menudo se le ha reconocido como el artista alemán más sobresaliente de su generación.

[1]​ En las escenas alegóricas de su periodo medio, muestra figuras contemplativas contrapuestas a cielos nocturnos, nieblas matinales, viejos árboles o ruinas góticas.

[2]​ A través de sus obras, Friedrich se aleja del clasicismo e intenta dar una respuesta subjetiva, simbólica y emocional al mundo natural.

Friedrich maduró en una época en la que crecía la desilusión en toda la clase media europea, dando lugar a una nueva apreciación de la espiritualidad.

[3]​ Los trabajos que Friedrich realizó le trajeron renombre muy temprano en su carrera, y contemporáneos suyos como el escultor francés David d'Angers lo describían como el hombre que había descubierto «la tragedia del paisaje».

Greifswald pertenecía -como toda la Nueva Pomerania Anterior y desde la guerra de los Treinta Años (1618-1648)- a la Corona sueca.

Así, en 1781, cuando tan solo tenía siete años, muere su madre; al año siguiente falleció su hermana Elisabeth de viruela; en 1787 su hermano Johann Christoffer, ahogado al intentar salvar al propio Caspar que se había hundido en el hielo, lo que le conmovió tanto por su corta edad, trece años, como por creerse culpable de tal suceso; y, finalmente, su hermana María en 1791 por tifus.

Fue Friedrich un pintor-filósofo, que contaba entre sus amistades no solo con pintores (Runge, Dahl, Kersting, Kügelgen, Ferdinand Hartmann y Louise Seidler), sino también con escultores (Christian Gottlieb Kühn), poetas (Tieck, Heinrich von Kleist), el filósofo y naturalista Gotthilf Heinrich Schubert.

En estos viajes fue reuniendo toda una colección de esbozos, con paisajes e imágenes sobre los que volvería más tarde una y otra vez.

Su primer éxito data de 1805, cuando obtuvo un premio compartido en un concurso artístico organizado por Goethe en Weimar, gracias a dos paisajes dibujados en tinta sepia.

El año 1806 empezó con un viaje a Greifswald y una marcha por la isla de Rügen.

En 1812 Napoleón emprende su campaña contra Rusia, en la que el ejército francés es acompañado por una tropa auxiliar sajona de 23.000 soldados.

Fue el pintor más destacado del romanticismo alemán junto a Philipp Otto Runge.

Los pintores centroeuropeos tendieron a pintar inmensos paisajes con montañas altas, pendientes escarpadas, enormes cielos..., en los que el hombre se sentía perdido.

No seguía la tendencia artística italiana ni a los maestros de la Antigüedad clásica.

A su juicio, el arte debía mediar entre las dos obras de Dios, los humanos y la naturaleza.

Con este punto de vista se acerca a las bellezas naturales, en cuya representación procesó tendencias y sentimientos.

Cuando incluye elementos humanos, suelen ser de carácter sombrío, como cementerios o ruinas góticas.

Es el pintor más significativo del paisajismo romántico alemán, comparable al inglés J. M. W. Turner.

A este nuevo arte del paisaje también contribuyeron Camille Corot y Théodore Rousseau veinticinco años más tarde.

La renovación que Friedrich introdujo en el género del paisaje no fue solo por su realismo, sino también por su simbolismo.

Sobre todo en su primera época, se descubren en sus cuadros elementos simbólicos referentes a las guerras napoleónicas, lo que refleja su sentimiento patriótico antinapoleónico y el desencanto sobre la posterior Restauración.

Sus cuadros posteriores adoptan tonos más oscuros, mereciendo destacar Las hermanas en una terraza en el puerto (1820).

El poeta sueco Daniel Amadeus Atterbom, que conoció a Friedrich, escribió en su Cuadros de viajes por la Alemania romántica (Reisebilder aus dem romantischen Deutschland, 1867) que «Friedrich es pomerano... y se considera medio sueco».

Friedrich era profundamente religioso y, al igual que Runge, pretendía renovar el arte alemán a través del espíritu pietista protestante.

Pero los contemporáneos fueron considerando que derivaba hacia el misticismo y, con El mar de hielo (h. 1823-1824), debido a su radicalismo compositivo y temático, ya no lo comprendió nadie, siendo un cuadro que no consiguió venderse en vida del autor.

El público general prácticamente olvidó la obra de Friedrich en la segunda mitad del siglo xix.

Se considera que Friedrich, como Ludwig Richter y Moritz von Schwind, fueron precursores del simbolismo en Alemania.

Las más características y conocidas son las siguientes: En 1986, Peter Schamoni dirigió una película biográfica, Caspar David Friedrich – Grenzen der Zeit, en la que además de la figura del pintor, aparecen personajes contemporáneos, como el amigo médico de Friedrich, Carl Gustav Carus.

La artista contemporánea Christiane Pooley se inspira en la obra de Friedrich para sus paisajes que reinterpretan la historia chilena.

Caspar David Friedrich en su estudio (1819), de Georg Friedrich Kersting , Alte Nationalgalerie , Berlín .
Caspar David Friedrich: Retablo Tetscher, Escena: « Das Kreuz im Gebirge », óleo sobre lienzo, 115 cm × 110,5 cm, 1807–1808, Gemäldegalerie de Dresde .
Mujer asomada a la ventana , 1822. La modelo fue su mujer, Caroline Bommer.
Monje a la orilla del mar .
Mañana de Pascua , Museo Thyssen-Bornemisza , Madrid, c. 1828-1835.