[1] Este color se percibe ante la fotorrecepción que excite simultáneamente los conos azules y rojos del ojo humano.
La palabra violeta deriva del francés violette, este del francés antiguo viole, y este del latín vĭŏla,[2] que designa a la planta homónima, y que es cognado con el griego ἴον (ion), ‘violeta’, probablemente derivado de un idioma mediterráneo pre-indoeuropeo.
[4] El violeta es considerado un color frío, junto con el verde, el cian y el azul.
El violeta es un color terciario en este sistema,[1] es decir que cuando se trabaja con pigmentos de cualquier clase, para obtener violeta se deben mezclar primero dos de los colores primarios sustractivos (específicamente, cian y magenta), obteniendo azul (secundario), y luego mezclar a este con el magenta.
En este procedimiento se obtiene violeta mezclando cian y magenta en diferentes proporciones.
En este sistema de cromosíntesis, el color complementario del violeta es el verde amarillo.
[6] En pintura artística y otras disciplinas relacionadas, para obtener colores por mezcla suele usarse el sistema de síntesis sustractiva RYB, que utiliza rojo (R), amarillo (Y) y azul (B) como colores primarios, pese a que estos no sean los más adecuados para la mezcla sustractiva.
Así, el color violeta corresponde a la frecuencia más alta de luz discernible por el ojo humano.
[1] Dentro del espectro visible hay una gama continua de tonos violetas.