No obstante, expresó sus convicciones en un estilo mucho más contenido que el de este último, lo que le valió una reputación internacional mucho más amplia.
Según Carus (1828), todas las partes sólidas de los animales no son más que variaciones de un tipo general (la "vértebra") que a su vez habría derivado de una forma esférica fundamental.
En este sentido, llevó más allá que muchos de sus contemporáneos la teoría vertebral del cráneo.
Las especulaciones sobre las vértebras ideales fueron fuertemente criticadas por Étienne Geoffroy Saint-Hilaire.
La abreviatura Carus se emplea para indicar a Carl Gustav Carus como autoridad en la descripción y taxonomía en zoología.