La teoría vertebral del cráneo suele atribuírsele a Goethe,[1] aunque fue Lorenz Oken quien por primera vez la expuso sistemáticamente.
Fue el caso de Johan Peter Frank (1791), Kielmeyer, Jean Baptiste Burdin,[2] Auguste Duméril[3] y Étienne Geoffroy Saint-Hilaire.
La analogía se fundaba, de nuevo, en razones tanto morfológicas como funcionales pues, según Oken, el tórax y la cavidez nasal estaban ligados a la respiración.
La teoría vertebral del cráneo fue ampliamente aceptada a partir de 1820, aunque hubo numerosas disputas respecto al número de vértebras que componían el cráneo: 7 (Geoffroy), 6 (Goethe), 4 (Bojanus, Owen) o 3 (Spix y Oken).
La teoría vertebral del cráneo fue defendida desde una perspectiva embriológica por Johannes Peter Müller, Carl Boglislaus Reichert y Rudolph Albert von Kölliker.