[2] Esta corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda realidad, sea concreta o abstracta (pensamientos),[2] emancipa la primacía e independencia de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica —basada en las leyes dialécticas propuestas por Georg Wilhelm Friedrich Hegel— para interpretar el mundo, superando así al materialismo mecanicista.
[3] Denominado Diamat, el materialismo dialéctico fue también la filosofía oficial de la antigua Unión Soviética.
Para el materialismo dialéctico las ideas tienen un origen físico, esto es, lo primero es la materia y la conciencia lo derivado.
[4] Asimismo está opuesto a la corriente filosófica del agnosticismo, pues declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia objetiva en el tiempo y en el espacio.
Posteriormente, Engels describió las leyes de la dialéctica en su Anti-Dühring (obra polémica contra las teorías propugnadas por el filósofo y economista alemán, Karl Eugen Dühring).
El término “materialismo dialéctico” nunca fue usado por Marx o Engels ni definido sistemáticamente por ninguno de ellos.
A estos, Lenin les afirmó lo siguiente: La dialéctica marxista se ha interpretado que conlleva además implicaciones políticas expresadas en la concepción materialista de la historia misma.
En esta división, el materialismo dialéctico fue definido más tarde por Stalin como la aplicación de las leyes dialécticas a la naturaleza y el materialismo histórico como la extensión de las mismas a la historia y la sociedad.
[11] Sin embargo, otros autores consideran esto como un grueso error, pues consideran que es precisamente a la inversa: Marx desarrolló en sus trabajos la concepción materialista de la historia (La ideología alemana) como método de análisis, sin llegar a representarla nunca como un sistema.
Para Trotski en cambio, son partes diferenciadas de una unidad que no está dada solo por una casual aparición temporal sino porque marcan un desarrollo histórico concreto.
Por su parte, F. Engels dijo de la religión lo siguiente: El pilar filosófico fundamental del materialismo dialéctico es lo que define como “la cuestión básica en filosofía” que se refiere a la relación entre el mundo material (la realidad) y su independencia con respecto al ser (la conciencia), lo espiritual.
Esta sucesión, no obstante, no se produce al azar o arbitrariamente, ni se encamina hacia la nada o el absurdo: todo el proceso está regulado por leyes que determinan su evolución desde las formas más simples a las más complejas, y que afectan a toda la realidad, natural y humana (histórica).
Al igual que ocurre con la dialéctica hegeliana, que es simultáneamente un método y la expresión misma del dinamismo de la realidad, la dialéctica de Marx y Engels encerrará ese doble significado.
Hablamos de cambio cualitativo cuando una cosa se transforma en otra que es esencialmente distinta.
Con esta ley se explica el desarrollo de los seres y los fenómenos naturales, sociales, etc.
[25] Trabajos sobre la lógica dialéctica marxista han sido realizados, entre otros, por Henri Lefebvre,[26] Mao Zedong,[27] George Novack,[23] Mário Ferreira dos Santos,[28] Bruna Manai[29] y Elí de Gortari.
[30] El filósofo soviético Pavel V. Kopnin desarrolló esta disciplina, con su obra Lógica Dialéctica.