Los escalones más altos de la sociedad, equiparados a la baja nobleza, se vieron igualmente afectados por esta nueva cultura centrada en el consumo.
[12][13] Cada vez más desconfiado de sus ministros y discípulos, Hongwu creó la Jinyi Wei, una policía secreta formada por sus propios guardias.
Los Hui del general Mu Ying, que fue nombrado gobernador de Yunnan, se reinstalaron en la región para colonizarlo.
Sin embargo, John Fairbank puntualiza que “esto se mostró poco eficaz pero reflejaba la mentalidad defensiva de China”.
[58] Pese a todo, la Gran Muralla no tenía una intención meramente defensiva, sus torres albergaban unos fuegos que permitían señalar los movimientos de las tropas enemigas.
[66] Las relaciones entre los dos países mejoraron y en 1630, Japón dejó comerciar con los portugueses tras la rebelión Shimabara, por lo que Macao perdió su importancia comercial.
Sin embargo, tras su muerte, nadie pudo asegurar la estabilidad de éstas alianzas y los funcionarios se dividieron en grupos rivales.
[78] la inestabilidad de la corte se agravó en el momento en que las catástrofes naturales, las epidemias, las revueltas y las amenazas exteriores alcanzaron niveles altísimos.
[79] Para los agricultores esto supuso un desastre, porque ellos pagaban los impuestos en plata mientras que el comercio local y la venta de sus productos se realizaba en cobre.
El aparato militar chino, acorralado entre los ataques manchúes al norte y la creciente inestabilidad en las provincias, comenzó a debilitarse.
[92] Aprovechando la oportunidad, los manchúes franquearon la Gran Muralla al abrir el general Ming Wu Sangui (1612-1678) las puertas en Shanhaiguan.
Pese a la pérdida de Pekín y la muerte del emperador, el poder Ming no estaba completamente destruido.
La época Ming fue una época de crecimiento económico y esplendor cultural en que se produjeron los primeros contactos comerciales entre China y las potencias occidentales, específicamente con el imperio español España, quienes suministrarían la plata necesaria, para la creación de la moneda china, desde filipinas, gesto que haría que la plata española extraída de América, se convirtiera en la divisa internacional en el siglo XVI obligando así a las demás potencias a comprar la divisa española para poder comerciar.
Por debajo del nivel provincial (sheng 省) estaban las prefecturas (fu 府), dirigidas por un prefecto (zhifu 知府), seguidas por las subprefecturas (zhou 州).
[101] Las instituciones gubernamentales en China conservaron una organización similar durante casi 2000 años pero cada dinastía creó despachos y agencias según sus intereses particulares.
[103] El Secretariado fue una agencia de coordinación mientras que los Seis Ministerios –de Personal, Hacienda, Rituales, Guerra, Justicia y Obras Públicas– estaban órganos administrativos del Estado.
Los eunucos estaban divididos en diferentes directorios a cargo de la vigilancia del personal, los ritos ceremoniales, la alimentación, los utensilios, los documentos, los establos, los sellos y la vestimenta entre otros.
[123][124] Estos exámenes incrementaban su dificultad conforme los estudiantes progresaban más allá del nivel local y recibían los títulos correspondientes.
Se les examinaba periódicamente para analizar su mérito y tras nueve años de servicio podían ser admitidos en los más bajos rangos oficiales.
[114] Como los funcionarios de alto rango, los generales militares estaban graduados jerárquicamente y se les evaluaba por sus méritos cada cinco años.
Esta tendencia se invirtió durante la segunda mitad del periodo Ming cuando hombres de orígenes más humildes ocuparon esos cargos.
[137] Como en las dinastías previas, bajo los Ming China vivió un florecimiento de las artes: pintura, poesía, música, literatura y teatro.
Dos de estas novelas, Viaje al Oeste y A la orilla del agua se publicaron bajo la dinastía Ming.
[150] Esta escuela de poesía y prosa extremadamente individualista fue muy criticada por las autoridades confucianas por su asociación con la lírica sensual, lo que también aparecía evidente en las novelas vernáculas como el Jin Ping Mei.
[150] Incluso los nobles y altos funcionarios se vieron afectados por la nueva literatura popular romántica, buscando cortesanas como almas gemelas para llevar a cabo heroicas historias de amor cuyo final feliz solían impedir los matrimonios ya concertados.
[153] Las creencias religiosas predominantes durante la dinastía Ming fueron las tradicionales mezclas entre el culto a los ancestros, taoísmo y budismo.
A finales del periodo Ming llegaron los primeros misioneros jesuitas desde Europa, tales como Matteo Ricci y Nicolas Trigault.
Esto fue rechazado pronto y se volvió a inundar el Cuadro Astronómico Imperial de misioneros occidentales educados en ciencias.
El emperador Hongwu nombró comandantes de la armada a muchos musulmanes como Chang Yuqun, Lan Yu, Ding Dexing y Mu Ying.
[179] Posteriormente, los jesuitas europeos como Matteo Ricci y Nicolas Trigault comentaron brevemente los relojes indígenas chinos con engranajes.