Matteo Ricci

[1]​ La Compañía de Jesús lo destinó a China donde pasó casi treinta años predicando el cristianismo.

Y luego agregó: "No entiendo cómo tu padre podría haberte dejado ir en este largo viaje sin retorno".

Macerata contaba con una universidad, pero el padre de Matteo confiaba en que si iba a Roma, podría convertirse en un próspero abogado.

Allí, en el Colegio Romano, encontró a su antiguo rector, Alessandro Valignano, realizando labor como maestro sustituto de novicios.

Tras apenas llevar un año en la universidad en Florencia, Matteo se desplaza a la capital italiana para adquirir una mayor preparación humanística y científica en el Colegio Romano.

Una vez su petición es aceptada, fue a Lisboa, que por entonces era la tercera ciudad más grande del mundo, sólo por detrás de Estambul y París.

Además, como afirmó sin rodeos, no todos los hermanos europeos que habían estudiado filosofía y teología aprovecharon al máximo sus conocimientos.

Sus convicciones con respecto a la importancia del conocimiento formado durante sus años en el Colegio Romano ciertamente se fortalecieron en Goa, donde vio por sí mismo cómo los métodos utilizados por los soldados portugueses para conquistar los mercados y la coerción impuesta a la población para convertirse, causaban desconfianza, miedo y odio.

Desde que Valignano se hizo cargo de los jesuitas en las Indias había estado preparándose para cambiar eso.

Ricci comentó sobre los métodos de la medicina china en sus cartas: "hacen todo delicadamente con hierbas" e informó con admiración que los médicos pudieron tratar los problemas dentales insertando "hierro" en los dientes, con lo que probablemente quiso decir algo similar a empastes o prótesis primitivas.

De igual manera, descubrió al revisar los impresos geográficos chinos, que sus mapas eran claramente deficientes.

Ricci y Ruggieri regresaron a Macao "con prácticamente toda la esperanza ahora perdida de poder obtener la entrada (...) en la Ciudad Prohibida ".

El gobernador asumió que los jesuitas desearían adorar a los mismos ídolos que los budistas, cuyas túnicas usaban, y se sorprendió cuando los dos occidentales solicitaron otra pequeña parcela de tierra para construir una capilla para su dios, el Señor del Cielo.

Este mapa fue la primera obra cartográfica en China que incluía territorios de Europa, África y América.

Este libro representó un primer intento de explicar los principios fundamentales del cristianismo en idioma chino y fue redactado en su mayoría por Ruggieri.

Él siguió esto inmediatamente pidiéndole al teniente un permiso para mudarse a otra localidad de la provincia.

Ricci buscó apresuradamente un intérprete, un intermediario indispensable en cualquier reunión entre un extranjero y un funcionario de alto grado, pero el único preparado para ayudar tenía un conocimiento muy limitado del portugués.

Ricci habló en defensa del intérprete y le pidió permiso al gobernador para mudarse a otra ciudad donde pudiera vivir en paz por el resto de sus días.

Su actividad misionera comenzó a tener éxito, y su conocimiento de la ciencia europea le dio fama en la zona.

Las visitas individuales se combinaban con los inevitables banquetes celebrados en su honor, a veces incluso cuatro o cinco en el mismo día.

Ricci saltó por la ventana para buscar ayuda, pero tropezó en la oscuridad y se torció el tobillo severamente.

El problema fue resuelto por los chinos, que imprimieron y distribuyeron varias ediciones del tratado sin siquiera pedir permiso al autor.

Debido a este entusiasmo por las capacidades de memorización occidentales, Matteo Ricci ya conocido como Li Madou, publica en 1596 "Tratado sobre artes mnemotécnicas".

Ésta publicación se distribuyó con furor entre los jóvenes estudiantes chinos, aunque su complejidad impidió que tuviera gran éxito.

De igual manera, Matteo Ricci enseñó a Xu Guangqi matemáticas y astronomía hasta 1608.

En mayo de 1600, Matteo se va nuevamente a Pekín, pero es arrestado en el camino por el poderoso eunuco Ma Tang, quien lo retiene en la fortaleza de Tianjin hasta enero, y utiliza diferentes excusas para robar sus pertenencias y los regalos que estaban destinados al emperador al igual que manipula las cartas que promete enviar para la corte, tratando de generar desconfianza hacia los extranjeros.

Habían pasado treinta y tres años desde su llegada a la Roma renacentista, la capital del Estado papal.

Se le conoce como el Tulipán Negro Imposible de la Cartografía, "por su rareza, importancia y exotismo".

En 1623, el libro fue finalmente publicado por Yang Tingyun en Hangzhou , y tres años después fue reeditado en una edición revisada en Fujian .

También se encuentran en ese cementerio las tumbas de Ferdinand Verbiest, Johann Adam Schall von Bell y otros misioneros.

Macerata.
Ruta de Ricci de Macao a Pekín.
Wanguo Quantu , Mapa del mundo elaborado por Giulio Aleni , basado en el precedente de Matteo Ricci en China.
Tumba de Ricci (利玛窦墓) en el cementerio de Zhalan en Pekín.
Museo Matteo Ricci en Zhaoqing (肇庆, 崇禧塔), ubicación de la antigua iglesia católica que él ayudó a fundar llamada 仙花寺.
Matteo Ricci (a la izquierda) y Xu Guangqi (徐光啟) (a la derecha) en la edición china de los Elementos de Euclides (幾何原本).
Miniatura que representa a Matteo Ricci.