En este monte se encuentra el primer templo budista construido en China en el siglo I.
[2] Aquí se encuentran también diecisiete monasterios (no adscritos al budismo tibetano) construidos durante el periodo de la dinastía Qing.
Estos cenobios muestran un estilo arquitectónico flexible que se adapta a la orografía del terreno.
Aquí se modifican los planes de los primitivos monasterios budistas para conseguir aprovechar al máximo el escenario natural.
Antiguamente, numerosos peregrinos se lanzaban al vacío ante la visión de este fenómeno, creyendo que Buda les estaba llamando.