Suzeranía

La suzeranía era una situación en la cual una región o un pueblo daba tributo a una entidad más poderosa que permitía al tributario una autonomía doméstica limitada para mantener relaciones internacionales.

El término suzeranía se usaba originalmente para describir la relación entre el Imperio otomano y sus regiones aledañas.

Se diferencia de la soberanía en que el tributario tiene una autonomía limitada.

[2]​ Un ejemplo relativamente cercano lo aporta el gobierno chino en 1911, cuando Gran Bretaña organizó la Conferencia de Simla (1913), en la que los representantes tibetanos —animados por intereses ingleses— formularon por primera vez la consigna de «independencia del Tíbet», que fue rechazada por el gobierno chino.

El concepto de suzeranía se aplica a los imperios en la historia, y no tiene cabida en el derecho internacional del siglo XXI.

Eduardo I de Inglaterra reconocido como suzerano de Escocia en 1290. James William Edmund Doyle (1864)