Los estados vasallos y tributarios del Imperio otomano fueron una serie de estados vasallos o estados tributarios, por lo general localizados en la periferia del Imperio otomano, que estaban bajo soberanía de la Puerta, pero sobre los que no ejercía el control directo por diversas razones.
Su número varió con el tiempo pero los más notables fueron los kanato de Crimea, Valaquia, Moldavia, Transilvania y los emiratos kurdos (Bohtan, Principado de Bitlis).
Por último, algunas pequeñas áreas, como Montenegro/Zeta y Monte Líbano no merecieron el esfuerzo de la conquista y no quedaron totalmente subordinadas al centro.
Los estados vasallos y tributarios del imperio otomano tenían formas de dependencia muy diferentes: Otro tributo que pagaron las potencias extranjeras incluía una especie de "dinero de protección", a veces llamado impuesto de horda (similar a la Danegeld o «impuesto danés») que satisficieron el Imperio ruso o la República de las Dos Naciones (Polonia-Lituania).
Se pagaba, por lo general, a los kanes vasallos otomanos del kanato de Crimea más que al propio sultán otomano directamente.