Imperialismo

El sociólogo estadounidense Lewis Samuel Feuer identificó dos subtipos principales del imperialismo: el primero es el "imperialismo regresivo" identificado con la pura conquista, la explotación inequívoca, reducciones de los pueblos no deseados, y el asentamiento de los pueblos deseados en esos territorios.

La perspectiva marxista entiende el imperialismo no esencialmente como una forma de dominación política, sino como un mecanismo de división internacional del capital y el trabajo, por el que la propiedad del capital, la gestión, el trabajo de mayor cualificación y la mayor parte del consumo se concentran en los países "centrales"; mientras que en los países "periféricos", que aportan el trabajo de menor cualificación y los recursos naturales, sufren un intercambio desigual que conduce a la explotación y el empobrecimiento.

El término "imperialismo" se confunde a menudo con "colonialismo"; sin embargo, muchos estudiosos han argumentado que cada uno tiene su propia definición.

Robert Young escribe que mientras que el imperialismo opera desde el centro, es una política de Estado y se desarrolla por razones ideológicas y financieras, el colonialismo es simplemente el desarrollo por intenciones de asentamiento o comerciales.

[8]​ El colonialismo en el uso moderno también tiende a implicar un grado de separación geográfica entre la colonia y el poder imperial.

Así, la mayoría acabará estableciendo una nacionalidad separada o permanecerá bajo el control total de su colonia madre.

[11]​ El líder soviético Vladimir Lenin sugirió que "el imperialismo era la forma más elevada de capitalismo, afirmando que el imperialismo se desarrolló después del colonialismo, y se distinguió del colonialismo por el capitalismo monopolista".

[9]​: 116  Esta idea de Lenin subraya la importancia que ha adquirido el nuevo orden político mundial en la era moderna.

Estas teorías críticas de la geopolítica han dado lugar a un mayor debate sobre el significado y el impacto del imperialismo en el mundo poscolonial moderno.

A comienzos del siglo XX y durante la segunda posguerra, en los países subdesarrollados surgieron movimientos nacionalistas que muchas veces acabaron con la colonización de otras potencias sobre ellos.

No obstante, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, se comienza a usar la denominación de «imperialismo» para referirse a dos nuevas potencias, más tarde enfrentadas en la Guerra Fría; son la Unión Soviética y Estados Unidos.

En este sentido, una famosa cita del líder político inglés Winston Churchill, acerca de los vencedores en el conflicto armado, dice: «La historia la escriben los vencedores»; no obstante, surgirían diversas corrientes de opinión y movimientos sociales de distinto signo político o ideológico que mantendrían posiciones críticas o abiertamente contrarias a la visión predominante.

A finales del siglo XX se imponen las posiciones norteamericanas; la preponderancia económica de los EE.

UU., conlleva además un predominio cultural, encabezado por industrias del entretenimiento como la cinematográfica y la musical.

Este dominio económico-cultural, unido a la publicidad en el consumo en masa, se ha valorado por algunos sectores ideológicos como un tipo de colonialismo cultural (véase Pierre Bourdieu y Loïc Wacquant, Las razones del imperialismo), mientras que en el campo político, se ha calificado como imperialista la política exterior de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón principalmente, y su intervencionismo en diversos conflictos.

Esto dio lugar a la necesidad de encontrar nuevos mercados que no estuvieran controlados por dicho sistema.

Por otra parte, potencias capitalistas europeas como Reino Unido, Países Bajos y Francia necesitan dar salida a su excedente de capital y lo hacen invirtiendo en países de otros continentes estableciendo préstamos, implantando ferrocarriles, instalando puertos, etc.

En general, la población sufrió un incremento al disminuir la mortalidad —por la introducción de la medicina moderna occidental— y mantenerse una alta natalidad.

Ello se tradujo en un desequilibrio entre población y recursos, que aún hoy día persiste.

También las inversiones en infraestructuras (puertos, ferrocarriles...) y el transporte se transforman en negocios que interesan a las compañías del estado.

Imperios coloniales en 1800.
Imperios coloniales en 1900.
Imperios coloniales en 1945 [ 1 ]
Cecil Rhodes y el Ferrocarril de Ciudad del Cabo a El Cairo . Rhodes quiere "pintar rojo el mapa" (rojo representando al Imperio Británico). [ 3 ]
Caricatura que representa la partición de China a manos de las principales potencias europeas ( Reino Unido , Alemania , Rusia , Francia ) y Japón en el siglo XIX . Jacques Henri Meyer, Le Petit Journal , 1898.