La sobreexplotación persistente puede llevar a la destrucción de recursos renovables que incluyen plantas medicinales, pastizales, animales de caza, pesca, bosques, acuíferos y otros recursos no renovables.
[4][5] Sin embargo, mientras que las disminuciones poblacionales debidas a la pérdida, degradación o fragmentación de hábitat son atendidas por biólogos conservacionistas y organismos gubernamentales, los paisajes “vacíos” o “semi-vacíos” son menos tenidos en cuenta.
Pero hay otras que pueden ser llevadas a la extinción con la mínima extracción.
Por otro lado se desarrollarán los tipos de sobreexplotación más comunes y los efectos que producen estas extracciones sobre los ecosistemas.
Los ecosistemas son una parte muy importante que la madre naturaleza nos brindó y no cuidamos de ellos.
Algunos autores creen que esto ha ocurrido en las sociedades modernas debido a que la riqueza o perspectiva de enriquecimiento, genera poder político y social, y eso incentiva la explotación ilimitada de los recursos.
El dodo fue descubierto en 1598 durante la segunda expedición holandesa de las Indias Orientales y la última aparición registrada fue en 1662.
[18][19] En épocas más recientes, los eventos de extinción debidos a la explotación, también han sido más comunes ya que los colonos europeos, que disponen de una tecnología más sofisticada, han ampliado en gran medida sus fronteras territoriales, lo que condujo a una mayor tasa de caza, ya sea deportiva o para subsistencia.
[29] El paso humano por los bosques también produce efectos negativos en cuanto a contaminación atmosférica y cambio climático.
[28] La deforestación se ha postulado como una de las principales causas del cambio climático global, pero es lógico cuestionarse cuáles son los factores que conducen a esta deforestación sin control.
Sin embargo, las causas inmediatas y las fuerzas subyacentes a dicha deforestación sugieren que no existe una relación universal entre causa y efecto, sino que la disminución de los bosques tropicales está determinada por diferentes combinaciones de varias causas próximas y diversas fuerzas motrices subyacentes en diferentes contextos geográficos e históricos.
Lo dicho anteriormente lleva a que no existan políticas universales aplicables a todos los eventos de deforestación en los trópicos, sino que hace falta una comprensión detallada del complejo de causas próximas y fuerzas subyacentes que afectan a dicho cambio del paisaje en una región dada antes de concebir cualquier intervención política.
[38] La rápida aceleración en la explotación de vertebrados en bosques tropicales comenzó en Asia,[39] pero rápidamente se expandió a través de África, y es probable que haya llegado a las regiones más remotas del Neotrópico[40] reflejando la demografía humana en diferentes continentes.
[43] Este tipo de explotación ha afectado incluso a las más grandes y menos accesibles reservas naturales.
[53][54] El consumo de proteína marina es actualmente alto, creció exponencialmente después de la Primera Guerra Mundial cuando pescadores ingleses comenzaron a usar redes y botes más eficientes[55] y se ha duplicado en China en las últimas décadas.
[56] Numerosas especies marinas han sufrido disminuciones sustanciales debido a la sobreexplotación[57][58] tales como la vaca marina de Steller (Hydrodamalis gigas) y la foca monje del Caribe (Neomanachus tropicalis).
Las extinciones locales y regionales no están limitadas a pesquerías altamente industrializadas como las que se encuentran en el hemisferio norte, ya que existe evidencia de pesquerías artesanales que han provocado extinciones locales como la del pez Napoleón (Cheilinus undulatus) en ciertas regiones de Asia.
[63] Se requiere la reconstrucción de los sistemas marinos, y es preciso hallar una restauración ecológica práctica para los océanos que pueda tener lugar junto a la extracción de los recursos marinos para la alimentación humana.
Por otra parte, la explotación a menudo causa un daño físico al medio ambiente, y tiene ramificaciones hacia otras especies a través de interacciones en cascada y los cambios en las redes tróficas en el ecosistema.