[2][3] Debido a estas dificultades, la información sobre la extensión de los bosques tropicales varía según las fuentes.
La selva tropical se identificó originalmente como un tipo específico de bioma en 1949.
En un bosque estacional, los elevados árboles emergentes pierden su follaje durante la temporada de estiaje[10] (de donde proviene el nombre de "semiperennes" o subperennifolio), aunque las palmas y otros árboles del dosel inferior lo conservan y se mantiene siempre verde el bosque debido a la persistencia de los estratos inferiores, así pues este bosque no llega a presentar el aspecto seco del bosque tropical seco durante la estación desfavorable.
Estos bosques son muy diferentes a los de tierra firme, que se encuentran en suelos bien drenados.
Se caracterizan por tener una menor diversidad de árboles y un dosel menos desarrollado.
Los estudios también han demostrado que el cambio climático en curso está aumentando la frecuencia e intensidad de algunos extremos climáticos (por ejemplo, sequías, olas de calor y huracanes) que, en combinación con otras perturbaciones humanas locales, están generando consecuencias ecológicas negativas sin precedentes para los bosques tropicales de todo el mundo.
[13] Todos los bosques tropicales han experimentado al menos algunos niveles de perturbación.
Algunas etiquetas ecológicas, como la del Forest Stewardship Council, también contribuyen a su protección cuando se aplican.
[18] De hecho, sólo los bosques tropicales son altamente beneficiosos para frenar el calentamiento global porque no sólo absorben dióxido de carbono sino que también pueden promover nubes que ayudan a enfriar el planeta.
Sin embargo, según un estudio publicado en 2019 basado en observaciones del satélite Soil Moisture and Ocean Salinity (SMOS) entre 2010 y 2017, los bosques tropicales han perdido su papel como sumideros de carbono durante este período y podrían resultar neutrales o incluso emitir gases de efecto invernadero durante períodos de sequía.
Los países más afectados son Brasil, Indonesia, República Democrática del Congo, Colombia y Bolivia.
[22] La reducción de la pobreza también desempeña un papel clave en la protección de los bosques tropicales porque es la pobreza la que impulsa a la población local a utilizar los recursos forestales para obtener ingresos o alimentos.