[1] El centro del imperio (a veces denominado metrópoli) ejerce el control político sobre las periferias.
Se utiliza la palabra imperio a menudo como término para describir el desagrado ante situaciones de prepotencia.
Los imperios suelen estar formados por diversos componentes étnicos, nacionales, culturales y religiosos.
[6] Sin embargo, a veces un imperio es sólo una construcción semántica, como cuando un gobernante asume el título de "emperador".
[10][11][12][13] Aquella entidad política sobre la que reina el gobernante se convierte, lógicamente, en un "imperio", a pesar de no tener territorio ni hegemonía adicional.