Sistema-mundo

Este análisis se ha desarrollado principalmente por los siguientes autores: Aníbal Quijano, Walter Mignolo, Enrique Dussel, Samir Amin, Andre Gunder Frank, Immanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi con contribuciones importantes de Volker Bornschier, Peter Turchin, Andréi Korotáyev, Janet Abu Lughod, Tom Hall, Kunibert Raffer, David Wilkinson y otros.

La teoría crítica que desarrolla el sistema-mundo recoge tanto la tradición marxista, así como el estructuralismo y la teoría de la dependencia latinoamericanas, y la tradición de la Escuela de los Annales francesa, especialmente al autor Fernand Braudel quien utilizó por primera vez las expresiones "economía mundial" y "economía-mundo".

[1]​ La propuesta del sistema-mundo se asienta, entre otros, en uno de los presupuestos o tesis que proponen un desarrollo del capitalismo en el que el imperialismo se constituiría en su culminación o máxima representación.

[3]​ Immanuel Wallerstein, uno de los más destacados autores en la teoría 'sistema-mundo' usa, básicamente, la misma terminología.

Wallerstein caracteriza el 'sistema-mundo' como una serie de mecanismos que redistribuyen los recursos desde la 'periferia' al 'centro' del imperio.

Esta tesis se enfrenta a la posición ortodoxa y tradicional de la bondad del desarrollo económico que produce necesariamente el comercio internacional y que repercutiría positivamente no solo en el centro sino también en la periferia.

Wallerstein, ubica el origen del régimen actual de sistema-mundo en el siglo XVI en la Europa occidental y lo define como un sistema social con sus reglas, estructuras, normas y funcionamiento propio que responde a su lógica interna.

[4]​ El sistema-mundo, según Wallerstein viene definido por cuatro características temporales: Es importante enfatizar que este proceso no sólo previene o limita la formación de un grupo o clase social nacional emprendedora propia, según lo indicado por Furtado, pero también de una clase media nacional (...) e incluso de una clase obrera nacional.

El empresario marginado se añadirá probablemente a las filas de los pequeños fabricantes o la manufactura artesanal, o abandonará su actividad independiente y se convertirá en un empleado de clase media.

Los trabajadores marginados se sumarán a las filas de marginalidad absoluta creciente, donde, como en la clase media más baja, el resentimiento y la frustración se acumularán (...) finalmente, es muy probable que una movilidad internacional se corresponda con una movilidad interna, particularmente entre los sectores internacionalizados (...) el proceso de la desintegración social que se ha descrito aquí probablemente también afecta a las instituciones sociales que son básicas para los grupos sociales y que les permiten su expresión.

Esta clase de análisis es conveniente debido a la facilidad de obtener los datos correspondientes a los distintos estados, aunque Wallerstein haya precisado que las áreas periféricas no deben ser confundidas con los estados periféricos.

Janet L. Abu-Lughod sostiene que antes de la formación del sistema-mundo moderno identificado por Wallerstein existió, en el siglo XII, un premoderno sistema-mundo que se extendió a lo largo de Eurasia.

Janet Abu Lughod afirma que el Imperio mongol desempeñó un papel importante en la apertura y extensión de relaciones hacia China, India, las regiones musulmanas y europeas en el siglo XIII, antes de la llegada del sistema-mundo moderno (siglos XV/XVI).

[10]​ En su contra Wallerstein afirma que el sistema descrito por Abu Lughod no era un sistema-mundo porque no requería redes integradas de producción, sino que era un imperio con una red comercial muy extensa.

No hubo ningún milagro europeo, Europa tuvo simplemente una ventaja geográfica en el descubrimiento de América que supo aprovechar.

Entre ellas el concepto de ciclos económicos largos propuestos fascina a la profesión.

Es suficiente mencionar aquí no solo a Joseph Alois Schumpeter y Simon Kuznets, sino también a Ragnar Frisch; Gottfried Haberler; Alvin H. Hansen; Walt Rostow y Jan Tinbergen.

Joshua Goldstein concluyó que en el mundo capitalista los sistemas tienden continuamente hacia las guerras y los conflictos violentos.

Hasta ahora cada ciclo político del mundo se correspondía con un mismo patrón mundial en lo que respecta al número de muertos anuales en las principales guerras por el poder.

Para muchos otros teóricos del desarrollo -de la primera generación de economistas del desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial posteriores s Schumpeter- cuya difusión y fama empezó a crecer en el período posterior a la guerra, todos estaban muy influidos por la "teoría de la dependencia" del mundo periférico, como Kurt Mandelbaum, Paul Narcyz Rosenstein-Rodan y Hans Wolfgang Singer, el capitalismo, al igual que postulaba Schumpeter, nunca era un proceso equilibrado cuyo resultado o desarrollo final podría estar libre de crisis de crecimiento, con pleno empleo, en donde se pudiera dar una sostenibilidad del medio ambiente y se acabara con la exclusión social.

Bornschier pone grandes esperanzas en la Unión Europea como la alternativa más social de la economía mundial.

Mapa que muestra a los países por estado comercial a fines del siglo XX utilizando la diferenciación del sistema mundial en países centrales, semiperiféricos y periféricos, según la lista en Dunn, Kawano y Brewer (2000). Países centrales Países semiperiféricos Países periféricos