La heurística (en griego antiguo: εὑρίσκειν, romanizado: heurískein),[1] que significa «hallar, inventar» (el pretérito perfecto de este verbo es eureka),[2] aparece en más de una categoría gramatical.
No se debe confundir con la erística, que es en cierto modo lo opuesto a ella.
Actualmente se han hecho adaptaciones al término en diferentes áreas, así definen la heurística como un arte, técnica o procedimiento práctico o informal, para resolver problemas.
La popularización del concepto se debe a George Pólya, con su libro Cómo resolverlo (How to solve it).
Hay trabajos de Poincaré, Hadamard y Polya sobre la creación en matemática.
Estos son obtenidos, además, mediante una regla relativamente sencilla (no hay que basarse en razonamientos o conocimientos sólidos) que ahorra recursos mentales y acelera de forma significativa la toma de decisiones, lo que en ciertas situaciones puede resultar crítico (por ejemplo cuando la integridad física, mental o económica del individuo está en juego).
En general, en la ingeniería deben considerarse como ayudas o apoyos para hacer estimaciones rápidas y diseños preliminares, pero no como justificaciones finales de un diseño o proyecto u otros.
Los procedimientos heurísticos como método científico pueden dividirse en principios, reglas y estrategias.