Debido a la militancia comunista de su padre, el joven Ernest conoció desde muy temprana edad a militantes y cuadros de esa tendencia política, iniciándose en el marxismo.
Por aquel entonces Mandel ingresó en Bélgica en la Cuarta Internacional (1939), dirigida por el revolucionario soviético León Trotski.
A partir de ese libro retomó sus estudios universitarios y se graduó en lo que hoy es la École Pratique des Hautes Études en París en 1967.
Aunque en diversas ocasiones se le prohibió la entrada a países como Alemania Occidental, Estados Unidos, Francia, Suiza y Australia, obtuvo un doctorado de la Universidad Libre de Berlín en 1972 (donde dio clase algunos meses) sobre su tesis publicada como capitalismo tardío.
En los años 1970, viajó a Rusia para defender su visión de un referéndum libre y democrático del socialismo.
En sus escritos, tal vez lo más sorprendente es la tensión entre la creatividad, la reflexión independiente y el deseo de una adhesión estricta al marxismo.
Fue partidario del sistema presupuestario de financiamiento propuesto por el Che Guevara.