En promedio, cada ocho años y medio, la "economía del mercado" o capitalismo registra una crisis.
La economía capitalista se desenvulve necesariamente en oscilaciones cíclicas que alternan la prosperidad, crisis, recesión y reactivación.
La tasa de ganancia es definida como la proporción entre la plusvalía y la suma del capital constante y el capital variable, lo que equivale a la rentabilidad de la inversión total.
Las empresas se arruinan, aumenta el desempleo y la precarización del trabajo, desvalorizándose la fuerza de trabajo.
[7] Karl Marx no dejó una teoría de las crisis cíclicas completada y plenamente elaborada.
Además, Heinrich se muestra escéptico ante la sugerencia de que para Marx la crisis engendra necesariamente el colapso, argumentando que la teoría del colapso "históricamente siempre ha tenido una función excusatoria: independientemente de cuán malas fueran las derrotas contemporáneas, el fin del oponente era una certeza".
Estas fuerzas contrarias son las siguientes:[24] Nuevamente, al igual que Mill, Marx indica el despilfarro de capital posterior a la crisis que restablece la rentabilidad, pero esto no se menciona específicamente como una contratendencia hasta que se demuestre la naturaleza cíclica del sistema.
Por otra parte, Mill no se refiere a la depresión de los salarios por debajo de su valor, a la sobrepoblación relativa o al aumento del "capital social".
Además, se ve siempre interrumpido por los progresos técnicos, que suplen virtualmente a los obreros o los eliminan de un modo efectivo.
Estos cambios cualitativos que se producen en la industria mecanizada desalojan constantemente :de la fábrica a una parte de los obreros o cierran sus puertas a los nuevos reclutas, mientras que la simple expansión cualitativa de las fábricas absorbe, con los despedidos, a nuevos contingentes.
Su fase mercantil preindustrial llega hasta el siglo XVIII y da paso a la época del capitalismo industrial determinado por las técnicas pero sobre todo por los procesos de trabajo de la primera revolución industrial.
Es así como se ha ido tejiendo este planeta, integrando los continentes, rotando sus coordenadas, estructurando los territorios y jerarquizando sus espacios.
Marx, al desnudar el edificio capitalista visibilizando su lógica y sus contradicciones internas puso de presente que el capitalismo funcionaba en períodos de auge y receso.