Durante un cuarto de siglo Susan Strange fue la figura más influyente en los estudios internacionales británicos.
Se considera a Susan Strange una estudiosa creativa de personalidad poderosa.
En los tempranos años ochenta ya se advertía el declive hegemónico de los Estados Unidos.
Su análisis, particularmente en la obra States and Markets (Estados y mercados), se centra en lo que ella llamó el nexo mercado-autoridad, nexo que actuaba como un balancín del poder entre el mercado y la autoridad política.
Las conclusiones finales de su trabajo sugerían que el Mercado Global había ganado poder en relación con los Estados desde 1970.