Así entonces, habría un factor interno y otro externo que producirían la situación de subdesarrollo.
[8] Diseminados y en algunos casos perseguidos, hubo un nuevo giro en los proyectos, pues la industrialización se caía a pedazos.
Para una minoría radicalizada de estos intelectuales, la solución estaba en la relación con los movimientos sociales emergentes, para desde un grado cero intervenir la burocracia.
Con la llegada de los años 1990 y la caída del Bloque Soviético, estos intelectuales tomaron diferentes rumbos.
Mientras unos pocos se radicalizaron participando activamente en el desarrollo de las teorías antiglobalización (Theotonio Dos Santos, Samir Amin), otros trabajaron en el ámbito académico (Faletto, Marini) y otros reestructuraron sus ideas, como es el caso de Fernando Henrique Cardoso, quien llevó el neoliberalismo a Brasil bajo su presidencia.